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El rey Lucas se llevó la mano al rostro en señal de disgusto, no habían tenido éxito en el festival de Levixar buscando a la heredera de la que hablaba la profecía, ¿dónde podría estar aquella niña de sangre divina?.

No era que el rey se hubiese cansado de gobernar y quisiera dejar la corona, pero quería encontrar a la niña de la profecía y cerrar la boca de todos los incrédulos que osaron decir que la profecía era tan solo una farsa. Se lo había dicho el pueblo que comenzaba a hartarse de presentar a sus hijas ante él sin ningún fin o recompensa, lo había escuchado de su esposa y hasta de su consejero; pero él lejos de rendirse, seguiría con su búsqueda pues pensaba que seguramente en el futuro daría con la indicada, porque si había algo que el rey tenía era esperanza, y nunca la perdería, aunque muriése a causa de ello.

...

Llegó el 13 de julio de un año diferente y los levixanos no podían ser más felices, se cumplía un año más de la creación de Levixar y debían celebrarlo a lo grande, unos entonaban cánticos alegres y otros bailaban.

El rey por su parte seguía con su búsqueda con mucha expectativa, pensó que con un poco de suerte encontraría a la niña indicada de la que tanto hablaba la profecía.

Ante él se alinearon todas las niñas del pueblo de 10 años y comenzó a revisar si en sus miradas había algo fuera de lo normal, habían niñas con ojos preciosos, los había azules, verdes, cafés, negros y unos de un violeta oscuro, pero no era nada fuera de lo común o que no hubiese visto ya antes; la fila se acababa y el rey empezaba a cambiar su rostro de expectativa por uno de decepción.

Cuando pensó que era inútil continuar viendo los ojos de las niñas restantes, los ojos de una de ella llamó poderosamente su atención.
Eran especiales sin duda, sus ojos eran de tres colores que se acoplaban muy bien: rojo, verde y azul. Así después de tantos intentos frustados por fin halló a la niña, por fin podría decir《se los dije》a todos los que dudaban de la veracidad de la profecía.

El rey anunció que había encontrado por fín a la futura gobernante de Levixar, aplaudieron todos y brindaron con mucha cerveza el hallazgo.

En medio de toda la celebración apareció un niño anunciando ser el hermano gemelo de la elegida, y entonces el rey se dió cuenta de algo muy importante, el niño tenía el mismo color de ojos que su hermana.

Sangre DivinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora