Cuando mi mamá me dijo que la señora Stormie pasaría a buscarme luego de la escuela, y me quedaría en su casa hasta que ella o papá salieran del trabajo ya que espantaba a todas las niñeras... Me espante.
"Stormie es una buena señora, y te vimos jugar con Ross desde la ventana del salón, así que dijimos «¡Por qué no!». Hija, en verdad, no puedes volverte sola de casa... Y la señora Lynch se ofreció. Quizás, quizás tienes un amigo. Anda, prueba al menos una semana. ¿Sí?"Ese Lunes si quiera quise hablar con el rubio, aunque me sentara a su lado, estaba molesta. Por andar cerca de él y sus piojos ahora otra vez no podría volver a casa con mamá o papá. Debía ir a su casa, y quedarme allí mirando el techo durante horas.
Era clase de Ciencias Naturales, y realmente, la diferencia entre mamíferos y anfibios me importaba poco, cuando Ross bufo en el asiento a mi lado.
- Te vas a asustar. - Refunfuño. - Te van a asustar. - Se corrigió.
Lo miré completamente confundida. Él me dedico una sonrisa.
- Nada, solo que.. - Comenzó, antes de ser interrumpido por el profesor.
- Ross, ¿Tiene algo que compartir con toda la clase? - El chico negó. - Pues, silencio.
Rodé los ojos y seguí con lo que estaba haciendo: ignorar por completo a todo el mundo.
Estaba dibujando el margen de las hojas de mi cuaderno, haciendo dragones que parecían triángulos, escribiendo mi nombre, trazando caritas sonrientes, sacando la lengua, guiñando.
Entonces observe al rubio, su asiento estaba del lado de la ventana, así que se dedicaba a mirar el patio por esta. Estire el cuello intentando ver que era lo que llamaba su atención, en la parte de los juegos, dos niños molestaban a otro, quizás un año menor que nosotros. El chico era bajito, un poco robusto, con cabello pelirrojo. Los otros dos le habían quitado su bolso, al parecer, y se lo arrojaban entre ellos sin dejar al niñito tomarlo.Ross apretó los puños, cuando pensé que golpearía la mesa, levanto la mano.
- Maestro.. - Musitó, tragando saliva.
- ¿Si? - Le dio la palabra.
- ¿Puedo ir al baño?.
- Vaya y venga. - Contesto el maestro. Ross se levanto, tomándose las muñecas, como evitando un impulso. Salió del salón con un portazo.
Mi mente divagó, ¿Se enojo conmigo? ¿Dije algo? ¿Acaso tendrá diarrea?.
Me pasé a su asiento sin que el profesor me viera.. Claramente, si me vio, las cosas nunca me salían del todo bien. Al pasarme arrastre la silla.
Igualmente, no me dijo nada.Apoye la nariz en la ventana, los niños que molestaban al otro niño ya no estaban. Tampoco el pelirrojo.
Quince minutos más tarde, golpearon la puerta de nuestro salón. La secretaria, Kiara, tomaba a Ross del codo. El niño miraba el suelo, apretando los labios.
- ¿Si? - Inquirió el maestro, volteandose. Su mueca cambio al ver a el Lynch.
- Lo encontré peleando con dos alumnos de tercero. - Kiara soltó a Ross. - Ya citamos a sus padres. - El maestro lo miró reprochadoramente.
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Crecer Contigo ~Precuela de "Enseñandole a ser Ross"~ {R5}
FanfictionNO ES NECESARIO HABER LEIDO "Enseñándole a ser Ross" PARA ENTENDER ESTA HISTORIA: ¿Como estas dos personas completamente distintas lograron ser amigos? Nadie lo sabe... Sus travesuras, peleas amores y secretos... Ross Lynch y Luz Mert, un dúo di...