Prólogo.

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Yo yacía sentada en el suelo, el sol me proporcionaba un cálido y confortable calor en la pierna derecha y en cierto modo eso llegaba a tranquilizarme. Me encogí de piernas y apoye mi cabeza sobre mis rodillas, encima de mi cama blanca me esperaba -¡oh... sorpresa!- también en blanco mi vestido de la examinación, esas paredes blancas serían las últimas que volvería a ver, aquel lugar tan... Blanco que fue mi casa, y mi hogar durante dieciocho años, había llegado a su fin.
Siempre soñé con este momento, siempre fuí una de las mejores en el sector neutral, cosa que en realidad nunca me importo, siempre pensé en regresar a Fogaral, de alguna forma me aterrorizaba la idea de no tener la esperanza de volver a conocer a mi familia.
¿Puedo añorar un lugar al que nunca he conocido? ¿ mi madre querrá conocerme?
- Buenos días...-Había entrado Lara, mi cuidadora desde que todo esto comenzó.-Alyssa ¿qué haces ahí?.-Sus manos cálidas tocaron las mías, no hubo respuesta de mi parte, no había dormido en toda la noche y eso era algo que llegaba a afectarme hasta el punto de no poder hablar, justamente el día mas impotante de mi vida... Genial Alyssa.
- No has dormido ¿verdad?- vuelve ella a la carga observando fijamente la cama que estaba impoluta, señal de que ni siquiera me había sentado en ella.
Yo negué con la cabeza, respondiendo así a su pregunta, por lo menos eso sabía hacer.
- No deberías haberte quedado despierta toda la noche... Para la examinación debes estar fresca.- Decía llevadome a lavarme la cara con agua casi congelada.
La toalla me acariciaba el rostro suavemente, aquello me había ayudado bastante.
- Lara...- Me senté en la silla blanca del escritorio, me quede observando a través del espejo como ella peinaba mi larga cabellera de color chocolate que tanto deseaban los guerreros.
-Dime, cariño.
- No quiero.
- ¿ El que no quieres?- pregunta confundida.
- Examinarme.
La mujer que ya mostraba los primeros indicios de una edad media, dejo de peinarme y me miró.
-¿ por qué no?
-¿y... si no soy fuego?
Ella, esa mujer que tantos cuidados me habían dado sin nada a cambio, se arrodilló delante de mi y apoyo sus manos sobre mis delgadas rodillas.
- Entonces serás... Viento, agua, o tierra.
-¿ y si no soy nada?- dije cuidadosamente intentando no herir sus sentimientos.
- Pues... perteneceras al sector neutral. No es tan aburrido como parece cuidar de los demás.- dijo con una media sonrisa en su cara, su cariño hacia mi era genuino y aunque yo también La quiera, nunca he llegado a sentirme completa.
- No quiero cuidar niños toda mi vida, ya sabes... hasta que cumplen dieciocho y que después se vayan dejándome un vacío, como lo hago contigo.
- Para mi cuidarte a sido mejor que manipular cualquier elemento.
Sonreí.
Ella me levantó dando por acabada mi sesión de peluquería, con una preciosa trenza de espiga.
-Quiero darte una cosa... es un regalo de cumpleños.- Dijo mientras me daba un fuerte abrazo.- No lo habrás hasta que llegues a tu sector y estés sola.
Cuando nos separamos guarde ese regalo que estaba en una pequeña cajita en el bolsillo de mi vestido.

No podia evitarlo la volvi a abrazar como gesto de agradecimiento, por el regalo y por todo el tiempo que egercio de mi madre, estoy segura que no podria tener una cuidadora mejor.
- Saluda a Kaya de mi parte.- dijo antes de darme un beso en la frente con lágrimas en sus preciosos ojos grises.
. . .

En la sala jóvenes de mi edad esperaban sentados su turno, ansiosos, alegres... Y sobre todo con ganas de abandonar Neutral. Yo en cambio rezaba por ser la última de la lista para poder respirar ese aire unos minutos más.
- Alyssa Rusell...
La voz de la enfermera retumbo por toda la zona, me quedé de pie con la mirada perdida en el suelo, pero era inútil en Neutral todos sabían quien era la hermanita de la brillante kaya.
- Alyssa Rusell...- volvió a repetir aquella voz, pero hora todos, o casi todos me miraban.
Al fin me levanté avergonzada y pase por la gruesa puerta de cristal difuminado.

Yo la observé con el ceño fruncido, como si pudiera ayudarme, como si de un momento a otro fuera a protegerme, pero eso jamás pasó.

BIENVENIDA A LA EXAMINACION... ¿CUÁL ES TU ELEMENTO?

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