Capítulo 8

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Tragué saliva, ya hacia diez minutos que nos mirábamos sin pronunciar una palabra.

- Alisha...
Abrí los ojos, su voz llegaba a ser muy varonil y firme, a veces.
No esperó  una respuesta por mi parte, volvía a la carga con una nueva  pregunta.

-¿ Por qué no te apartaste?

Esa era una cuestion que solía hacerme muchas veces a mi misma...

Aquel día la noche aun no había desaparecido por completo, yo corría a toda prisa hacia el cuarto de Kaya, intentando llegar lo antes posible para poder pasar más tiempo con ella.
Paré, estaba delante de su cuarto, así que abrí la puerta sin dudarlo ni un sólo segundo.
Aquello que  yo estaba cometiendo podría suponer mi ejecución, ser una rebelde ante los ojos del Tribunal... Pero no me importaba, quería verla.
-¡Kaya!
Ella se levantó  del suelo y sin dudarlo corrí a abrazarla. No decía nada, sólo quería aprovechar aquel momento.
- ¿Nos volveremos a ver?- pregunté.
- Te lo prometo.
Su cuerpo había temblando en aquel momento, a decir la verdad, no había dejado de hacerlo.

Aquella escena, todo se había desvanecido, volvía a estar en la sala, Brock aún esperaba la respuesta, pero parecía paciente y no insistía.
- Lo había prometido...
Él abrió lo ojos sorprendido tras oír mi respuesta, ya no tenía los brazos cruzados, si no que permanecía serio, hasta que se dio la vuelta y se marchó del cuarto dejándome sola.

La noche había caído en Ventus, ahora caminaba por las calles de la ciudad, a lo lejos podía escucharse como la gente disfrutaba de la música en la sala de ocio, la cual no he llegado a pisar aún.
Mi mente inundada de pensamientos, me preguntaba a mi misma que debía buscar.
Observé la Torre de oxígeno limpio que nos aportaba Ventus para toda la ciudad.
- Aly... ¿Qué haces?
Me di la vuelta, en otras ocasiones confundiria la voz de Toisy con la de Lara, pero ya no recordaba la voz de ella.
-Sonreía.- Fui a buscarte, pero no te vi y de camino a la sala de ocio te encuentro aquí observando la Torre de oxígeno.
- Sí.
- Lleva muchos años en uso, han habido averías varias veces, no durará toda la vida... aunque con el tiempo el Consejo haya podido crear esto y que hayamos sobrevivido a la destrucción, a pesar de eso, no podremos estar aquí mucho tiempo más.
- Fuera puede que...
- Hay algunas cosas que es mejor dejarlas como están.
Yo afirme con la cabeza, nunca había visto a Toisy tan seria como lo estaba en esos momentos.
-Vayamos a la sala de ocio.- Sonrió nuevamente.
Yo volví a afirmar con la cabeza.
Las dos continuamos caminando, hasta que giré la cabeza ligeramente para observar hacia atrás y encontré  a Kaya. Tenía los brazos cruzados y  su ceja levantada, pero lo que más me intrigaba era que negaba con la cabeza sonriente.

La sala con el techo al descubierto, hacia que pudiéramos apreciar las estrellas que brillaban esa noche. Nos acercamos a la barra, yo me senté en una silla, mientras que Toisy bebía un refresco de color azul, que resplandecia como si de luz se tratara.
- Esto es la sala de ocio. Aquí se escucha música, se baila, juegan a virtual combat.- Giré la cabeza y observé como dos jóvenes se pegaban, pero tan sólo con onogramas de ellos mismos los cuales controlaban.-¿ Sabes que a pesar de tantos años que Ventus esta construido aun hay zonas que están en proceso de adaptación?
Negué con la cabeza, aquella conversación se había puesto interesante.
-¿ dónde están todos?- se preguntó en voz alta.- en realidad la zona de ocio esta bien, pero hay lugares que son más entretenidos.
- ¿Cómo cuáles?- me acerqué a ella.
-¡He Toy!- la voz de un joven Moreno hizo que pegara un leve bote sobre la silla. Ella lo observó, el sólo movió la cabeza, como si la quisiera llevar a algún lado.
Sea lo que sea Alisha, tú no estas invitada...
- ¿ Qué pasa?- pregunté, aunque la sonrisa pícara que aparecía en el rostro de Toysi podía resultar una respuesta obvia.
- ¿Quieres conocer las zonas restringidas de Ventus?
Yo la observé, realmente confundida, pero llena de intriga por  saber que aventuras me esperaría esa noche.

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