Daría la vida por ti... Porque te quiero

Capitulo 1: Yo ya tengo una princesa

Pasaron unos años y la Novena ya había creado vida en su nuevo mundo, lleno de felicidad y amor, por petición de Akise, pero ver eso le hacía enfermar.

-Puaj, tanto amor, tanto amor. Qué asco.

-¿Qué? Yo creé este mundo porque tú me lo pediste y no fueras tan pesado como al principio. ¿Y ahora te quejas? Me pediste expresamente que formara un mundo donde la paz reinara y todo el mundo se quisiera.

-Ya pero... Me lo imaginaba distinto.

-Creo que ya es hora de hablar.

-¿De qué?

-Tú no quieres ver amor, tú quieres tener amor, que es distinto.

-¿Te me estás insinuando? Varios años conmigo y caíste rendida ante mí. ¿Eh? Pero tendré que rechazar la propuesta, lo siento.

-Eres un completo inútil. Tú lo que quieres es una Aika.

-¿Yo? ¿Una acosadora que me esté dando la chapa de día y de noche? No...

-Ah, bueno, pues no te ayudo.

-Vale.

Siguieron pasando los días, y Akise, por orgullo, no le pedía ese favor, cosa que le consumía, así que pasados tres días al fin se decidió a preguntarle, y ésta se rió en su cara.

-¿De qué te ríes, listilla?

-Tienes mucho orgullo, niño.

-Pero lo dije. En fin, ¿podrías?

-Está bien, haré como Yuno y crearé un tercer mundo, del cual yo también seré la Diosa, obviamente. Quiero verte conquistando a Aika.

-¿Qué?

-Si me lo hubieras dicho el primer día te daría el amor de Aika en bandeja, pero como has tardado tres días, te mandaré al día en el que Aika va a comprar el manga, y si llegas tarde y no se lo compras... Bueno. No adelantaré cosas.

-¿Qué? No es justo. ¿Por qué?

-Ser Diosa es aburrido, así que quiero divertirme un poco, y también me gustaría ver cómo vas de un lado a otro intentado conquistar a alguien. ¿Cómo de penoso eres? Estoy deseando verlo.

-No soy penoso en ningún sentido.

-¿Te crees que no te escucho por las noches cuando hablas en sueños? "Aika... No mueras... Aika... ¡Aika!"

-¡T-Tú qué sabes!

-Han pasado 7 años, así que tienes 21 años, te haré más pequeño. Buena suerte.

-¡Mine...!

***

Después de aquello Akise no recordaba nada más, salvo que ahora estaba tumbado en su casa como un día normal, no sabía si todo lo ocurrido había sido un sueño, se miró bien en el espejo, tenía pinta de tener 14 años. ¿Habría sido todo un horrible sueño?

Sea como sea, lo iba a comprobar. Debía comprobarlo para quedarse tranquilo, no podía creer que un amor tan fuerte fuera tan solo un sueño.

Se vistió, ya que aún seguía con el pijama puesto, y corrió a la tienda de mangas, donde debía estar su querida acosadora.

No la encontraba por ningún lugar, se sentía tan tonto al creerse un sueño... Pero más tonto se sintió cuando se dio cuenta de que no era la hora a la que vino, eran las tres y la chica venía a las cuatro. Así que decidió comer en el restaurante de en frente, ya que sí que tenía un poco de hambre, para poder vigilar el establecimiento de cerca.

Aunque quisiera, no dejaba de mirar hacía ese lugar, lo cual le irritaba. ¿No le molestaba que Aika le acosara? ¡¿Ahora por qué la estaba acosando él?!

-Disculpa -le llamaron la atención, Akise miró por última vez la tienda de los mangas, bebió un trago de agua y después se fijó en la chica que le había llamado la atención, provocando que toda el agua se le saliese de la boca-. ¿P-Perdona?

-Lo siento mucho -se disculpó, ya que le sorprendió mucho que aquella chica de pelo morado fuera Tsubaki-. ¿Qué querías?

-A ti, mi príncipe. Tienes que unirte a nuestro culto.

-Mmm... Creo que pasaré.

-Te lo pensaste. Cosa suficiente para que vengas.

-No. Estoy ocupado.

-Oh, eres duro de roer, ¿eh?

-Eres muy pesada, ¿nunca te lo han dicho?

-Oye tú -Akise se fijó en la chica de atrás. No había notado su presencia-. ¡¿Cómo te atreves a decirle eso a la gran Tsubaki?!

-Debo hacer algo muy importante.

Akise se levantó e intentó irse, pero Tsubaki no le dejó.

-¿Por qué no quieres ser mi príncipe?

-No te conozco de nada.

-Algo me dice que eres tú el indicado. Déjame ser tu princesa.

Akise miró de reojo la tienda, no podía dejar de hacerlo, y vio como ella entraba, si no se daba prisa Minene se lo pondría difícil, tal y como dijo.

-Mira, Tsubaki -colocó su mano encima de la de ella, con la que le tenía agarrado de la camisa-. Gracias por tu oferta, pero yo ya tengo una princesa.

Le apartó la mano a Tsubaki y se acercó a la puerta del restaurante.

-No me rendiré tan fácilmente... Dime tu nombre.

-Akise Aru. Y no conseguirás nada.

Y así de simple se fue hasta la tienda de mangas, la cual, como ya dije, estaba en frente. Iba a abrir la puerta, pero una rubia salió disparada de ahí, llorando por no tener dinero, ya que el que estaba en la fila de atrás le había estado llamando "Pobre" y aunque ya se había ido, seguía haciéndole bullying con sus amigos.

-Aika... Esto es lo que hubiera pasado si no te lo hubiera comprado, ¿verdad...?

Quería seguirla y consolarla, pero no podía, antes entró en la tienda, cogió a aquel tipo de la camisa y le pegó un puñetazo. Era verdad que aparentaba tener 14 años, pero golpeaba como un hombre de 21. Se ve que las características de la edad no cambiaban.

-¡Niño, no quiero peleas en mi establecimiento!

-Por eso acaba de salir una niña llorando, ¿verdad? -le miró desafiante, haciendo que el propietario de la tienda se quedase callado. Miró al chico que había hecho llorar a Aika, sobándose el ojo-. Vete al infierno.

Esas palabras tenían más significado de lo que aparentaban, con esas palabras le estaba diciendo a Minene que le enviara al infierno. ¿Captaría la indirecta?