Vidas de Papel (Secuela de Ciudades de Papel)

•Dos: El Retorno de La Ninja•

Dejé caer la nota a mis pies, viendo como se estampa contra el suelo. Parpadeé diez veces para despejar mi mente. Aparentemente en New York tiene una nueva venganza o algo así. 

    Miré a través de la ventana, y ahí estaba ella, vestía una sudadera con capucha negra que no dejaba ver su rostro.

     —Vamos Q, no tengo todo el día ahora.

    Suspiré y agarre mi billetera, rezando que mi compañero de cuarto no me de una patada en el culo cuando regrese. Si alguna vez regreso. Es difícil de saber si estoy con Margo. 

    Salí por la ventana, pero mi pie se atoró lo que causo que diera mi cara contra el suelo. Margo solo me miro y comenzó a reír.

     —Esa es la razón por la cuál tú nunca deberías ser una bailarina de ballet. Además las medias nunca se verían bien en ti.

     Me puse de pie y sacudí mis jeans.

     —Gracias Margo. Ni siquiera "hola" o un saludo apropiado — dije sacando las llaves de mi bolsillo.

     Suspiró.

     —Sí, te dije que no hay tiempo para eso.

     Suspiré. Introduciéndome en el auto y encendiéndolo. 

     —¿Para qué tienes tiempo, entonces? — dije mientras ella se ponía el cinturón de seguridad.

     —Venganza. Esa es la razón. Ahora, la lista. Necesito cinco packs de banditas de goma, las más largas. Siguiente, necesito una de esas cursis tarjetas del día de San Valentín que puedes conseguir en la tienda de la calle 15th. Después, diez latas de spray de queso, ocho latas de Mountain Dew, y dos packs de goma de mascar de menta.

     La miro cuando la luz del semáforo cambia a rojo.

     —¿Cuántas víctimas son esta noche? — pregunté, un poco asustado. Ella solo sonrió, una de sus sonrisas salvajes.

     —Tantos que necesitamos diez latas de spray de queso. Q, no me cuestiones. 

     Solo asentí y toda la nueva información se sumergió en mi cabeza. Margo está de nuevo, y me necesita para cumplir su venganza y seguir sus órdenes. Pero tengo clases mañana. Necesito saber qué vamos a hacer.

     —Cuál es el plan? — Dije, mirando a la chica que no había visto desde hace un año, quien me hizo estremecer de la peor manera.

—Oh, Q, pensé que me conocías mejor que esto! Pensé que las pistas significarían algo. Robert Joyner no estaría feliz.

     Me reí, aferrándome más fuerte al volante.

—Déjame repasar eso. Algo de esto es legal?

     Ella sonrió con una verdadera sonrisa suya. Una que no he visto desde lo ocurrido en SeaWorld.

—Esto es para ti, para encontrar y para mí para poder sacarnos.

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Segundo capítulo de la novela!