Amor De Adolescente

Cita(?)

Después de una semana el se vino a vivir a mi ciudad, Thiago y yo nos estábamos reconociendo nuevamente, saliendo de acá para allá cada día a cada hora, hoy es Jueves, 15/09, y me dijo.
-Helen, se que antes eramos algo, y ahora nos estamos conociendo nuevamente, se que cambiamos en muchos aspectos, pero por favor acepta ir a cenar con migo, solo quiero que... nos conozcamos más que antes, te juro que si esto llega a ser algo más que amigos, te prometo serte fiel, y no engañarte nunca, por que desde cuando nos separamos no deje de pensarte, y rechazar a cada chica en mi camino, sólo para estar contigo. Así que... ¿Qué dices? Aceptas tener una cena con migo... di que si.
Helen Se quedo con la boca abierta, sin saber que decir, por que esto nadie nunca le dijo eso ni Vicente, el solo se declaro en un comercio y este en una noche estrellada, no sabia que contestar, se sentía confundida, así que respondió...
-Si quiero acompañarte, pero iremos como amigos.
Thiago piensa ~ ¿por qué?, yo soy mejor que ese tal Vicente al cual le dio una oportunidad y la trataba mal y a mi no, solo me ve como un simple amigo~ esto le hirió, pero igual le alegro, por que podría tener casi una cita con su amada amiga Helen.
Después de que pasaran horas, salieron, hacia Tío chef, un lugar muy conocido y popular aparte de caro lo elegante no se queda atrás, pues él conocía los gustos de Helen ella de chica le gustaba el pescado así que este lugar era una sorpresa, costaba plata si, pero valía la pena gastarla en ella para que se fije en él como alguien bueno para ella.
Ella se sorprendió, al ver que la llevo a ese lugar, él atrapando la mano de Helen, la llevó donde iba.
Se sentaron en una mesa libre con manteles blancos y dos sillas, platos blancos y cubiertos oscuros.
A Helen le encanto el lugar MUY ELEGANTE, no era de ir a lugares así.
Él notó lo incomoda que estaba, entonces le dijo.
-Estas hermosa, dime que tal tu día?.
- Gracias, emm... lindo y tranquilo.- dijo ruborizada.
-En que piensas?.
-En lo hermoso que es este lugar, seguro cuesta demasiado y me siento culpable.
-No pienses así Helen, esto a comparación de lo que vales tu no es nada, además ¿por qué no gastar en ti?, si te lo mereces por todo lo que has pasado en estos días, según lo que me contaste.
-Si, bueno, yo valgo lo que valgo, y te aseguro que ni muy caro ni muy barato. 
Y fue hay que él, se sorprendió de lo que dijo ella.
Ella fue a escoger su comida, y eligió una cazuela de mariscos, él eligió algo simple.

Y comimos lo que debíamos comer, y así transcurrió la noche.