Capítulo 3 - Primera cita

344 18 0
                                    

La mañana siguiente me desperté de una forma muy rara... ¡de buen humor! Ese día tendría mi primera cita con Peeta... y mi primera cita en general así que me vestí lo más bonita que pude. Encontré un vestido negro con un cinturón naranja muy bonito así que me lo puse y salí de casa. 

Fui hasta la parada de autobús y cuando llegó subí y 15 minutos despues estaba otra vez al instituto. Cuando llegué hice como siempre, aunque me pareció que la gente me miraba. Fui a mi taquilla, cogí los libros y fui a clase. Cuando llegué no pude evitar sonreir, Peeta ya había llegado y estaba en el puesto del lado del mío.

-Hola - Dijo cuando me vio - vaya, estas preciosa.

-Hola, y gracias - dije sonrojada - tu estas muy guapo - dije sonriendo, y era verdad. Llevaba una camisa azul marino y un pantalón beige. 

-Bueno señorita Everdeen - dijo con una sonrisa - ¿preparada para su cita?

-Por supuesto señor Mellark - respondí siguiendole el juego - ¿ y usted?

-También - dijo dejando el juego para sonreírme - ¡No puedo esperar a que acabe el día!

Y así pasó el día, riendo con Peeta... Cuando sonó el timbre de la última clase salí volando hacia la clase donde estaba Peeta. Cuando llegué no lo encontré así que me dispuse a salir al aparcamiento cuando alguien tapó mis ojos.

-¿Quién soy? - preguntó alguien con la voz grave.

-Mmm... No lo sé.

-Así que no lo sabe señorita Everdeen - dijo Peeta dejando su papel.

-Lo siento Peeta - dije deleitendome con su sonrisa - ¿nos vamos?

-¡Claro que si!

Subimos a su coche y condució hasta un parque. Bajamos y fuimos a dar una vuelta y mientras hablabamos vimos una heladería.

-¿Quieres un helado? - preguntó con una sonrisa - yo invito.

-Si que quiero, pero no hace falta Peeta, yo llevo dinero.

-Insisto señorita Everdeen, dejeme pagarlo.

-Está bien - dije resignada. No puedo decirle que no a esa sonrisa.

-¡Genial! Ahora vuelvo - dijo y se fue a la heladería.

-¡Un momento Peeta! - grité, pero no me oyó. ¿Y ahora como sabría él cual quería?

Pasaron 5 minutos cuando llegó Peeta y se sentó a mi lado (ya que yo me había sentado en un banco)

-Helado de chocolate para la señorita Everdeen - dijo con una sonrisa y me lo dió.

-¿Cómo lo has sabido? - pregunté impresionada.

-Intuición.

Cuando nos acabamos el helado fuimos a dar una vuelta y al cabo de un rato Peeta me pidió que me quedara sentada en un banco, y me dijo que él vendria en un momento.

-Para la chica más preciosa del mundo - dijo Peeta desde detrás mío cuando volvió. Me estaba dando un ramo de rosas rojas hermosas.

-¡Peeta! - dije - ¡Son preciosas!

-No más que tu - dijo con una sonrisa - oye, tengo que decirte una cosa - dijo poniendose más serio.

-Está bien di - dije con una sonrisa para tranquilizarlo.

-No se si lo recuerdas pero nosotros vamos en el mismo colegio des de que tenemos 5 años - negué con la cabeza sorprendida - bueno, la verdad es que fuimos a la primera juntos por casualidad, pero después yo siempre les pedí a mis padres que me llevaran a la misma a la que ibas a ir tu.

-¿Y porqué? - pregunté con curiosidad.

-Porque desde que te conozco, desde que tengo uso de razón he estado enamorado de tí. Y aún lo estoy. Por eso dejé a mis amigos, porqué estaba harto de que se metieran y insultaran a la chica que amo.

Cuando dijo eso yo estaba muy, muy sorprendida. ¿Peeta Mellark enamorado de mi? ¿Desde pequeños?

-Probablemente no me crees - dijo con expresión triste - pero recuerdo a la perfección el día que te ví. Llevabas dos trenzas y un vestido de cuadros rojos. Recuerdo que cantaste en clase una canción, y me enamoré. Me enamoré irreversiblemente de ti y de tu voz. Asi que, Katniss Everdeen, ¿quieres ser mi novia?

¿Está esto pasando de verdad? Pensé ¿Peeta Mellark está enamorado de mi y me acaba de pedir que sea su novia? ¡Claro que quiero! Porqué cada vez estoy más segura de que quiero a Peeta Mellark.

Creo que Peeta entendió el silencio como un no, ya que bajó la cabeza y empezó a mirar al suelo. Así que me arrodillé delante suyo i la cogí el mentón para que me mirase.

-Si que quiero - dije con una sonrisa.

-¿Cómo? - dijo confuso.

-Que si que quiero ser tu novia - dije.

-¿¡De verdad!?

-Claro que si - en aquél momento nació la más bella y grande de las sonrisas que había visto nunca.

Y me besó. Fue mi primer beso. Fue mágico, increíble. Fue con la persona que quería y que me quería a mi.

-¡No sabes cuanto te quiero! - gritó Peeta - ¡Katniss Everdeen es mi novia!

Me abrazó con toda la fuerza del mundo y nos quedamos unos minutos así, abrazados y sin decir nada.

Cuando empezaba a hacerse tarde Peeta me llevó a casa y nos despedimos con un pequeño beso en los labios. Ese día no cené. Me tiré a la cama, hablé un poco con Peeta por teléfono y me dormí con la sonrisa más grande que hacía mucho tiempo que no tenía.

- Te amo Katniss - PeetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora