Entonces los vi, Eugin estaba cargando a Hipo. Oh mierda no van ha llegar a tiempo, las puertas se están cerrando y ellos van a mitad de camino. Jonathan aceleró y consiguió salir, pero a los otros dos les quedaba un tramo largo.
Me empecé a poner nervioso, ¿y si no llegaban? Es decir, ¡no iban a llegar! ¡No sobrevivirían a una noche ahí dentro! Quedaba muy poco para que las puertas se cerraran y vi en la cara de Eugin miedo, mejor dicho terror. Él ya estaba asumiendo que no llegarían, lo peor es que no había nada que pudiéramos hacer para ayudarlos... O igual sí, justo cuando quedaban ya unos metros para que se cerraran las puertas me entró el impulso de correr hacia ellos. Cuando me quise dar cuenta, estaba corriendo entre las dos puertas mientras estas rozaban ya mi cuerpo, y de un momento a otro, había logrado entrar.
-"Te felicito amigo, acabas de sentenciar tu muerte. No no, mejor, te acabas de suicidar." dijo Eugin dejándose caer al suelo exhausto, yo me senté a su lado.
-"¿Qué le pasó?" señalé con la cabeza a Hipo, quien aparentemente había perdido el conocimiento.
-"No estoy del todo seguro, cuando él nos acompaña nos separamos en una parte del trayecto. Cuando lo encontramos estaba así, sospecho que lo picó un lacerador..." al oír sus palabras me quedé sin aliento, si en verdad lo habían picado quería decir que si llegábamos a mañana con vida lo desterrarían nada más llegar.En ese momento se oyó uno de esos chirridos que hacían los laceradores.
-"Levanta, nos tenemos que esconder." dije tendiéndolo la mano. Él me miro y negó tristemente.
-"No te das cuenta, ¿verdad? Ya da igual cuanto corramos, cuanto nos intentemos esconder; ellos nos encontrarán de cualquier forma. Nosotros ya estamos muertos, en El Claro estarán preparando nuestro funeral."
-"¿¡Qué!? ¡De eso nada! ¿Me oyes? No me pienso dar por vencido. ¡Así que levanta tu enorme trasero del suelo y ayúdame a buscar un escondite!" suspiró con resignación, tomó mi mano y se levantó.
-"Ayúdame a cargar a Hipo." lo ayudé y comenzamos a caminar apresuradamente por los pasillos.De un momento a otro me percaté de lo idiota que era... Llevaba todo este tiempo caminando junto a las paredes llenas de hiedra y todavía no me había beneficiado de esta.
-"Tengo una idea, enredamos a Hipo en esa hiedra que está colgando de allí, lo subimos para que los laceradores no lo encuentren y volvemos mañana para buscarlo." Eugin dudó un poco al principio, pero tras meditarlo un rato estuvo de acuerdo conmigo, así que lo atamos y comenzamos a subirlo. Ya estaba casi arriba, faltaba asegurarnos de que estuviese a salvo y atar el otro extremo de la cuerda para sujetarlo. Pero repentinamente oímos como un lacerador se nos acercaba.
-"Jack nos tenemos que ir, él estará bien."
-"Espera Eugin, solo un poco más..." dije tirando para intentar atarlo correctamente.Él me miró triste y asustado mientras negaba, soltó la cuerda y salió corriendo. Lo llamé tratando de que regresara, separados éramos más débiles ante esos monstruos, pero él ni si quiera se dio la vuelta para mirarme. Tiré hasta que Hipo quedó a salvo de cualquier peligro y rápidamente até la hiedra para sujetarla bien, pero oí como el lacerador se acercaba cada vez más. Estaba prácticamente perdido, así que desesperado busqué un escondite con la mirada... ¡Y lo encontré! Me metí por un hueco que había entre la hiedra y la pared, tuve que tumbarme boca abajo para caber, y me quedé en esa misma posición al notar que el lacerador ya estaba ahí.
Deseé con todas mis fuerzas que no me encontrara y siguiera de largo, moví un poco la cabeza y logré verlo, bueno, si verle las patas cuenta como verlo entonces sí que lo vi. Era horrible y asqueroso, una unión entre araña, robot y otra clase de insecto, mi estómago se revolvió y me dieron ganas de vomitar nada más verlo.
Pasó de largo y salí de mi escondite, tenía que encontrar a Eugin antes de que el lacerador lo hiciera. Salí corriendo y me choqué con algo, más bien con alguien.
-"¡Eugin! Menos mal que te encuentro, tenemos que escondernos."
-"Está bien, pero será mejor que corras." salimos corriendo en la dirección donde dejé a Hipo.-"¿Soy yo o aquí no estaba este muro?" pregunté confuso.
-"No, no estaba ahí. El laberinto cambia por la noche." oh genial, me había olvidado de ese pequeñísimo detalle, esto se ponía cada vez más difícil... ¿Y si al cambiar el laberinto, uno de los muros aplastaba a Hipo? No me apetecía encontrármelo convertido en nocilla. Vi como unas puertas detrás nuestro se cerraban y no permitían el paso, pero al cerrarse se abrieron otras de las que salió otro lacerador.Eugin y yo corrimos y corrimos, pero no lo perdíamos de vista en ningún momento. Vi que las puertas por las que estábamos pasando se comenzaban a cerrar, esta era mi oportunidad, por lo que me paré y giré para mirar al lacerador.
-"¡Eh tú bicho asqueroso! ¡Ven a por mi!" mi acompañante me miró confundido.
-"¿¡Pero qué diantres estás haciendo!? ¡Deja de hacerte el héroe y vámonos de aquí!" gritó frustrado, yo solo vi como el lacerador se acercaba y como a la vez las puertas a mi lado se cerraban.-"Sólo un poco más... Espera un poco más... ¡Ya!" dije y salí corriendo, oí las puertas cerrarse, un grito horrible y el sonido que haces al aplastar a una cucaracha pero mil veces más alto. Cuando me di la vuelta vi que mi plan había funcionado a la perfección, el lacerador había sido aplastado por las puertas.
-"¡Toma ya! ¿¡Ya no eres tan aterrador eh!?" le grité mientras hacía un raro baile de la victoria y le sacaba el dedo corazón de mi mano derecha.
-"Tío, menudo susto me diste. Pensé que te habías vuelto completamente loco..." rió Euigin acercándose.Yo reí junto a él y vi como el sol comenzaba a salir por el horizonte habíamos sobrevivido una noche en el laberinto, mejor dicho, habíamos adelgazado una noche en el laberinto, porque mi madre, el deporte que hice corriendo fue impresionante. Ahora había que ver si Hipo también había sobrevivido... Sólo espero que así sea.
ESTÁS LEYENDO
El misterio del laberinto
FanfictionJack es el nuevo verducho en el claro, allí conocerá a Hiccup, el líder. A los días aparecerá una chica, la primera chica. Y no vendrá sola... Ya que otras dos personas irrumpirán en el claro para rescatar a sus amigos, aunque ellos no las recuerde...