100 Dias para Enamorarla

Es ella.

No comprendo porque es tan difícil. Es una chica demasiado reservada. No creó que me estuviera apresurando tanto. Solo quise ayudar. Pero no me daré por vensido. Que su actitud sea fría y distante no me impedirá llegar a esa chica dulce que escribe esas palabras.

Luego de esa charla a la salida de la Uní fui a mi casa. Tome una ducha y trate de ordenar mi cabeza. Tal vez lo mejor era dejala en paz, después de todo es lo que quería. O debería arriesgarme. Averiguar que provocaba esa frialdad en ella. Si era algo propio o forsado. Y si solo era un capricho temporal? O estaba dejando pasar al amor de mi vida. No podía encontrar respuesta si me quedaba con los brazos crusados. Decidí tomar mi cámara e ir a un parque solitario para pensar y distrarme con lo que era mi pasión, la fotografía.

Luego de horas de ver el hermoso cielo pensé que las grandes cosas de la vida se pueden perder por no arriesgarnos. Ella era perfecta, y no dejaría pasar la oportunidad de mi vida. Era única, como esos atardeseres rojisos. Ella era la mujer que imaginaba junto a mi, por el resto de mis días.