Más rápido pasaba el tiempo cuando estaban juntos, sin duda alguna se veía que se querían muchísimo. Las persona ya preguntaban si ya eran novios, si ya lo serían, si se habían besado, lo interrogaban a tal extremo que ya era incómodo, pero a pesar de eso seguían juntos.
Ella sabía bien que ya no estarían juntos por mucho tiempo, y aun se mostraba segura de lo quería, Ella lo quería a él. Y así, pasaba el tiempo y la gente no creía que sólo fueran amigos, los mismos maestros pensaban que eran novios. Pero no, a ellos les parecía más que gracioso.
Él le mostró la magia en lugares que para ella eran simples, le mostró lo bonito de la naturaleza, lo lindo que era estar sin preocuparse tanto, lo que era disfrutar un día al máximo, ¨Hay un mundo a tu espera¨, le mostró la magia de la vida.
¡Más meses!
Más sabía ella que ya no se verían, pero seguía aferrada a que ello sería bueno y sentía que pasaría algo, algo entre ellos dos.
Un día, sin menos pero más, sus labios simplemente rozaron, así, tan rápido como el sonido, tan lenta su reacción, que sólo paso.
Cada día, sus amigos que la apoyaban en un principio, se cansaban de que ella estuviera haciendo nada para estar con él, pero ella sabía que estaba haciendo las cosas bien, sólo era cuestión de tiempo. Llegó un día en que su amiga con la que más tiempo pasaba se enojo, por todo lo que Ella hacía, su amiga decía que la había cambiado, pero Ella entendía muy bien que no, que Ella no podía cambiar lo que sentía por su amiga y lo que sentía por él, las cosas eran distintas.
No puedes querer a dos personas de la misma forma, y eso era lo que su amiga no entendía.
