Capítulo 1

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1 de septiembre de 1998.

Hermione estaba arreglando los últimos detalles de un pudín de chocolate.

—¡Apúrate Hermione! —hablo desesperada Ginny—. ¡Nos deja el tren! —volvió a gritar desde la sala de Grimmauld Place No. 12.

Acabada la guerra Hermione no tenía a donde ir a vivir, por lo que le pidió a Harry que le dejara por un tiempo esa casa, pues Molly ya tenía suficientes habitantes en La Madriguera; desde entonces Ginny, Harry y ella viven ahí.

Hermione con un hechizo reductor hizo sus baúles más pequeños para que le cupieran en el bolsillo de su sudadera gris, esa se la regaló su papá la última Navidad que estuvieron juntos; sabía que donde estuvieran en Australia estarían seguros. Tomó el pudín y se metió a la chimenea con Ginny.

Al llegar a la estación se encontró con Harry y Ron ellos habían ido ayudar a Molly, pero ellas no sabían a qué.

—Estoy exhausto —dijo Harry soltando un suspiro.

—Mi madre nos puso a limpiar el jardín de gnomos —contestó Ron a la pregunta no formulada.

A lo lejos, Hermione divisó una cabellera rubia, supo que era Luna por lo que codeo a Ginny y le señaló donde Luna se encontraba, ella hablaba animadamente con ¿Nott?

Se miraron confundidas ambas y levantaron los hombros como decirse sin hablar «da igual», y se acercaron a ella.

—¡Luna! —gritaron ambas, la chica brincó sorprendida—. ¡FELICITACIONES! —Ambas le cantaron "cumpleaños feliz."

— ¿Hoy es tu cumpleaños Luna? —preguntó sorprendido Theodore, viéndola y le dio un abrazo—. ¡Felicitaciones!

Las chicas le dieron el pudín y le dieron otro abrazo y le guiñaron el ojo a Theo. Ellas sabían que a Luna le encantaba ese chico y Hermione se enteró por Blaise, que Theo gustaba de su rubia amiga. Subieron al tren y Hermione se encontró con Blaise y ambos se saludaron de una manera poco normal, chocaron cinco.

—¡Hey, man! —gritó Hermione.

—¡Hey, sis! —contesto Blaise.

Draco los vio raro y siguió su camino con Pansy. Ginny había desaparecido apenas pisaron el tren.

Durante todo el viaje Hermione se la paso con Blaise, platicando y haciendo travesuras en los pasillos de los vagones, lo que ella nunca haría, pero sinceramente quería por un momento comportarse como una adolescente, de todos modos no había quien la regañara, eso la puso algo nostálgica por lo que Blaise quien notó su cambio, la reto para animarla.

—Te reto a que bailes y muevas ese culo mejor que yo.

Varios alumnos escucharon aquello y empezaron a correr la voz. Al poco rato ambos estaban rodeados por varios alumnos y todos hacían apuestas. Finalmente y como era obvio, Blaise ganó.

—No se vale eres negro —dijo Hermione haciéndose la molesta, Blaise la abrazo.

—No te preocupes, algún día te enseñaré —guiño su ojo y soltó un beso al aire.

Ginny se acercó a la castaña y la jalo de los brazos de Blaise.

—Tienes mucho qué explicar —Ginny la llevó a un compartimiento vacío, faltaban como 45 minutos para llegar a la Estación de Hogsmeade.

—Bueno, por dónde empezar —dijo la chica rascándose la nuca.

—¿Desde cuándo te llevas así con Zabini?

La castaña suspiro y hablo: —Todo empezó en el viaje en busca de mis padres, fui a parar a New York y no sabía que andaba por el Bronx, hasta que casi me matan, si no fuese porque Zabini andaba por ahí, y ya tenía conocidos y como dicen allá "somos hermanos" entonces no me hicieron nada y al final pasamos una semana —Moviendo las manos como si trajera una bola mágica, encontró la palabra para describir dicha semana juntos—. Rara... Antes de que preguntes Blaise fue a dejar algo a una de las casas. Es parte de la sentencia, servicio comunitario— término de contar la castaña, lógicamente evitando decirle que con Zabini tuvo su primera borrachera y se lo pasaron en grande. De verdad necesitaba esa distracción, sino terminaría loca.

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