Capítulo 1

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Cap. 1

-A ver... ¿Uniforme? Ok. ¿Libros? Ok. ¿Cambio de ropa para salir? Ok. ¿Neceser? Ok... Creo que está todo.

Me vuelvo a hacer otro chequeo para ver si estoy presentable frente al espejo. La verdad es que sigo pensando que es una mala idea.

-Cariño ¿Estás lista?

Aunque me parezca una mala idea, ya no hay vuelta atrás...

Sé que mi padre me arrastrará frente a ese instituto si hace falta. Es mejor no dejarse engañar por su amabilidad, porque esa es siempre su primera arma... Yo personalmente prefiero hacer las cosas a la primera y no volver a ver su "otro yo".

-Sí.

Cualquiera diría que mi padre, como otro padre cualquiera, me está acompañando al instituto el primer día de clases. Porque el instituto está muy lejos, porque se preocupa de que llegue tarde, o porque quiere que cause buena imagen. La verdad es que aun no tengo muy claro el porqué les acompañan sus padres a los alumnos mayorcitos como yo, el primer día de clase. Pero se ve bien. También se ve que la mayoría de ellos tienden a tener vergüenza de que estos los traigan. Motivo que no solo desconozco, como que soy totalmente consciente de que jamás lo comprenderé.

Tuve mucho tiempo de pensar en todo esto mientras miraba como los alumnos, avergonzados de sus padres, se despedían en la puerta, antes de entrar y volver a instalarse en sus habitaciones de costumbre y saludar a los compañeros que no habían visto en las vacaciones. Yo, apoyada en un árbol algo lejos de la entrada estaba segura de que desde allí nadie podía verme, tenía tiempo para sumergirme en mis pensamientos y esperar hasta que llegara la hora del discurso de bienvenida.

También quería tiempo para calmarme, para que mis nuevos compañeros no me tratasen como lo habían hecho en el pasado mis anteriores compañeros de clase. Tampoco quería que nada malo ocurriese, por eso tenía que estar serena.

Ahora veia una señora con un minibús lleno de niños, que supuse serían de primaria. Seguramente serían los niños que vivían cerca y sus padres no podían traerlos hoy, y se encargó ella. Que yo supiese el instituto no tenía ese servicio.

¡Ah! Es verdad. Se me olvidaba incluso a mí que en realidad no era un "instituto" sino una "institución" porque en realidad no da clases para secundaria y bachillerato apenas. También lo hace para primaria, aunque estos están separados de los mayores de forma que una vez dentro de las puertas del instituto se veían claramente un muro que separa la primaria del resto.

Por lo visto en el pasado habían tenido conflictos y se habían visto obligados a esto. Era eso o suprimir la primaria.

Las campanas sonaron como alerta de que el discurso iba a dar inicio.

Me puse en camino, y la verdad es que me pareció un poco extraño que todos fueran tan obedientes como para ya estar dentro de los muros del recinto. Pero a la vez me reconfortó, porque eso significaría que en mayoría todos respetaban las normas, es decir, no iba a tener problemas con gente que rompiese las reglas. Pensaba eso hasta que pasé por las puertas, donde se encontraban muchos alumnos reunidos. Me arrepentí haber pensado eso.

Todos me miraban.

Estaba nerviosa.

Había mucho silencio.

...

Y de repente empezaron a murmurar.

Yo me puse a caminar otra vez, la verdad es que no me había dado cuenta de que me había parado.

Intercambio de favoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora