Una vez más, me encuentro sola, encerrada entre estas cuatro paredes blancas. Todo estaría oscuro, si no fuera por la blanca luz de mi portátil rojo frente a mí. Todo estaría en completo silencio, si no fuera por que su voz lo está rompiendo.
Escucho atentamente su voz, casi con la misma atención que pongo en observar sus movimientos.
Una suave y fría brisa de aire entra por la ventana y acaricia mi rostro.
Cierro los ojos por un momento y pienso en lo perfecto que sería todo si no estuviera dentro de la pantalla, si pudiera salir ella y estar a mi lado, hablando como lo hace a través de ella, gesticulando de la misma forma, haciéndome reír a carcajadas o haciéndome reflexionar sobre el sentido de la vida...
Abro los ojos y me doy cuenta que estoy sola, como en un principio, encerrada entre las mismas cuatro paredes blancas de siempre.
Y mientras oigo su voz y observo sus gestos, una lágrima se desliza por mi mejilla, seguida de otras más.
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Un trocito de mí
RandomReflexiones, pequeñas historias y trocitos de mi loca y extraña imaginación.