Capitulo 13."Infidelidad"

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DAVID

El despertador sonó muy fuerte, yo me levante muy feliz, por fin había llegado el día en el que seriamos padres.

-¡Zeus despierta!-

Le dije moviéndolo, el pobre estaba muerto de cansancio, se la había pasado el día anterior preparando los adornos para la pequeña fiesta que haríamos para recibir a nuestros hijos con nuestra familia y amigos.

Sería un Baby Shower, una de esas fiestas que tienen las mujeres embarazadas antes de recibir a sus bebes, asique haríamos nuestra versión.

Habían en la sala una mesa lista para servir muffins azules de osito, también había Bebidas de choco plátano, el techo tenia globos con formas de elefantes rosas y azules, en las ventanas y muros había posters de bebes y biberones.

Había contratado una vez más a Minerva la organizadora al cual llego muy temprano -¡Buenos días!- dijo gritando en la sala, yo Salí para recibirla.

-Minerva, que bueno tenerte temprano, ¿trajiste el pastel con forma de chupón?- ella asintió dejando pasar de tras de ella dos reposteros cargando el gran pastel, yo lo mire encantado, se veía delicioso –Esto será grandioso- le decía a minerva –Soy la chica más feliz- decía luego minerva me corrigió –Chico, querrás decir el chico más feliz del mundo- yo le no le di importancia –Es lo mismo- dije con las manos en la cara.

-Señor David- llegaba Marcela la aguarda espaldas -¿Si?- pregunte –le recomiendo no dejar pasar a muchos ayudantes, es por su seguridad- yo le di al razón –Tienes razón, Minerva que los reposteros se vayan cuando dejen todo, nosotros atenderemos-

ZEUS

Sentí que alguien me despertaba moviéndome una y otra vez.

-Zeus despierta, hoy tienes que ir por tus hijos-

Me desperté de golpe -¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?- dije confundido –Zeus hoy es el Baby Shower- me decía Brei en pijama.

-Es verdad- dije nervioso -¿Me ayudas a cambiarme?- me pregunto -Claro- le conteste.

Desde que estaba en esa silla de ruedas yo era el que le ayudaba a cambiarse, ya estaba teniendo progresos, podía sostenerse pero le faltaba un poco más para caminar del todo bien.

Nos dirigimos a su habitación y lo comencé a desvestir, pude notar la erección que tenía, era un tanto grande, él se tapó con sus manos la ropa interior donde sobre salía su erección.

-Lo siento- decía apenado mientras buscaba una camisa bonita y pantalón -Descuida- le dije sin preocupación, era algo muy natural –Hace muchos años que no tengo una erección matutina- le comente a Brei –Las erecciones matutinas son porque tu cuerpo necesita liberar esperma- le seguía comentando a Brei.

-Bueno, tú tienes a David- me comento dándome a entender que yo podía tener sexo cuando quisiera –Yo estoy soltero y en esta silla de ruedas menos puedo tener intimidad- me comento.

-Bueno, pues tócate- le propuse mientras le enseñaba una camisa morada y el negaba con la cabeza que quería otra.

-Eso me recuerda, será mejor que comencemos tus ejercicios ahora, después será lioso cuando los bebes estén aquí-

Los ejercicios eran simples, debía de hacerlo con Brei en lugar del doctor ya que estaba en casa.

-Pero, tengo esto-

Decía ocultándose su erección -¿y?- decía no entendiendo bien –Brei, es natural, todos los chicos tenemos erecciones, que no te de pena, no tenemos 12 años- comencé a reír y él también.

ZEUSPAN 2: CarrucelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora