Estuve dando vueltas y vueltas una maldita semana.
Sophie no aparecía por ningún lado, nadie sabia nada de ella.Steven y yo dejamos de lado el trabajo grupal de biología, no importaba si Sophie no estaba aquí, cerca, conmigo.
Falte a clases mientras ella se encontraba ausente.
Le deje muchos mensajes, no respondió.
Está semana sin ella, me hizo sentir muchas cosas, entre ellas, soledad, tristeza y un enorme vacío.
Verla todos los días puede convertirse en una puta rutina.
Sophie solo vio mi última nota, luego deje otra en su casillero, pero ahí seguía.
Su única amiga la había recogido y guardado, seguramente para entregársela.
-Hola, tú eres Scott? -la pelirroja se acercó y tocó mi hombro.
-Hola, sí. Sucede algo?
-Puedes venir conmigo, por favor? -sus ojos estaban desorbitados. Me asusté mucho, entonces seguí sus pasos.Salimos de la universidad. Y luego de caminar una varias calles, ella no se digno a decir ni una sola palabra, solo se concentro en caminar rápido. Tuve que dar un par de zancadas para alcanzarla.
Hasta que llegamos a una pequeña y acogedora casa, el frío era intolerante.
La pelirroja se paró en la entrada, buscó desesperada las llaves, y me indicó que pasara una vez que abrió la pequeña puerta.
-Es Sophie, ella está mal. Lo siento, lo siento, es que no sé a quien pedirle ayuda. Ella siempre me habla de ti, así que solo pensé que podrías ayudarme... -quede pasmado al oír todo aquello. Muchos pensamientos pasaron por mi mente. Sophie, algo le pasaba a ella. Me conocía, le habla de mí a alguien más.
-Tranquila, sí? -sobé su hombro -Dónde está?
Me indicó las escaleras y señaló la puerta entreabierta.Subí rápidamente las escaleras, la pelirroja imitó mis ágiles pasos y ambos entramos.
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Un admirador.
RomanceScott Lowis, estudiante universitario está perdidamente enamorado de Sophie, una chica con problemas de inseguridad. Él deja pequeñas notas en la puerta de su habitación, haciéndola sentir mejor, hasta haciéndola sentir curiosidad por saber quién e...