La habitación estaba obscura, pero podía ver algo.
Una cama, sabanas blancas, pequeño vulto.
-Sophie está deprimida. No sé que más hacer para ayudarla. Es más, le he traído una de las notas de un supuesto admirador para que se sintiera mejor, y no funciono. -susurró para que Sophie no despertará.
-Cómo puedo ayudarla? Apenas nos conocemos.
Mentí.
-No lo sé. Ella siempre habla de ti, creo que le gustas, Scott, ayúdala.
Todo esto era tan loco.
Tenia miedo, pero al mismo tiempo mis emociones estaban más elevadas que nunca.
Mi cuerpo era un completo descontrol de emociones encontradas.
Asentí, y me acerque a la cama.
-Ella se auto-lastima.
Una lágrima decayó de su ojo.
Trague saliva.
(Por qué haces esto?)
Sophie se removió en la cama y gimió con dolor.
-Vee, vete.
La pelirroja, Vee, bajó la cabeza y salió por la puerta.
No supe que hacer, solo permanecí ahí, contemplándola. Asustado.
-Scott. Tú, qué haces aquí? Vete, VEE QUÉ HAS HECHO? VETE POR FAVOR... -un ataque de nervios la había invadido una vez despierta.
Me senté a su lado y la rodee con mis brazos.
-Cálmate. Shhh...sólo quiero ayudarte. -susurré cerca de su oído.
Su arom me invadió completamente, nunca la había sentido tan cerca.
Al principio solo quiso apartarce, pero luego, correspondió mi abrazo.
Fuerte, seguro.
-Vete... -volvió a susurrar apenas audible, cuando por fin quedó dormida.
La recosté y entonces pude ver sus muñecas.
Hubiera deseado haber estado antes en su vida, poder ayudarla, no dejar que eso pasara.
No es tarde, no es tarde.
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Un admirador.
RomanceScott Lowis, estudiante universitario está perdidamente enamorado de Sophie, una chica con problemas de inseguridad. Él deja pequeñas notas en la puerta de su habitación, haciéndola sentir mejor, hasta haciéndola sentir curiosidad por saber quién e...
