Aléjate de Potter!-¡No lo hare Malfoy!-¡Tú eres mía!-¡Soy tu hermana, lo nuestro es imposible!-¿Por que no dejas que ella decida hurón?

Oscuros y confusos sentimientos

-¡MAMÁ! ¡Madre!-grite-. ¿¡Donde estás!?-

Ya no escuchaba su voz, su voz que me guiaba por ese oscuro y profundo bosque donde estaba metida. Quería salir. ¡Por favor, deténganse! ¡Ya no más! ¡BASTA!

<< ¡Sigue corriendo! ¡NO PUEDES PARAR, TIENES QUE HUIR! >>

Obedecí inmediatamente su plegaria, pero en un intento por querer apresurar aún más mi velocidad termine tropezándome con una gruesa y salida raíz de los inmensos árboles que me rodeaban. El viento que me azotaba con fuerza no hacía más que reírse de mí, en unas frías carcajadas. Burlándose.

...Pobre Clarisseia Malfoy, tonta e ingenua niña...La vergüenza de su familia...

Volvía a sentirme esa niña pequeña que fue abandonada por su hermano.   

-¡Ma-madre!-solloce esperando escuchar otra vez su voz. Nada.-¡DETENGAN ESTO!-

<<¡Sigue corriendo! ¡Ya está cerca!>>

Con las lágrimas derramándose por mis mejillas me puse de pie mientras me las limpiaba con el dorso de mi mano. Me lleve por enésima vez mi mano al bolsillo de mi pantalón donde guardo mi varita y nada.

..No puedes escapar de esto...

-¡YA BASTA!-grite y solo escuches más risas. El cielo ahora tornado de un gris que me miraba advirtiéndome que llovería en cualquier momento.

..Has sido condenada...no puedes escapar de lo que tus antepasados han estado ligados por varios siglos...

Seguí corriendo entre las malezas, rasguñándome la cara con varias de las ramas y plantas por las que pasaba. Ya no escuchaba más esa voz, ya no más. Mi cuerpo temblaba de pies a cabeza y mis piernas ya no podían dar ni un paso más...al igual que no podía dejar de jadear por el cansancio, liberando un fuerte vaho por el frío infernal.

-¡Paren!-exclame-.¡PAREN DE UNA VEZ!-

El débil crujido de una rama sonó detrás de mí y antes de que pudiera darme la vuelta, alguien me había tomado de los hombros, empujándome hasta dejarme tendida sobre el suelo con él encima de mí. Llevaba una capa y capucha negra y una máscara plateada (La misma que había visto en la bóveda de mi padre cuando era pequeña), el color que me atravesaba a través de la rendija de los ojos, delato a quien me perseguía.

Grises.

-¿¡Que crees que estás haciendo!?-chille entre gritos- ¡Suéltame!-

El no omitió ni una palabra y poco me importo, seguí forcejeando contra él, pero sin esfuerzo tomo mi dos manos entre las suyas, poniéndola por encima de mi cabeza.

-¡Déjame!-grite-.¿¡Que quieres Malfoy!?-

El solo con su mano libre tomo su máscara plateada y se la saco, liberando aquel rostro que ahora se notaba mayor. Su facciones eran más maduras, lucia como un chico de 16 o 17 años, me sentí tan pequeña a su lado... esos labios solo requerían mi atención y me sentí una maldita estúpida...el deseo ardió dentro de mí.

-¿Qué quieres...?-susurre en un sollozo, dejándome dominar.

-A ti, joder.-mascullo antes de devorar en mis labios.

Su lengua interrumpió en mi cavidad, jugueteando con la mía. En un beso tan adictivo y salvaje, completamente descontrolado haciéndome vibrar y gemir tan alto. Mordí su labio inferior, mientras sentía su masculinidad rosar contra mí.

De repente el miedo fue reemplazado por todo. No, yo no podía hacer eso y menos con él ¿¡Que estaba haciendo!?

-Malfoy...para...-murmure desplegando nuestros labios-¡No puedo, detente!-