Discoteca.

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-Nayra, ¿Te apetece salir esta noche? ¡Quiero irme de fiesta!- Dije muy entusiasmada-
-¡Si! Eso seria estupendo. ¿Te parece bien a las 10:30 p.m. en la puerta del supermercado? Así nos da tiempo de cenar y arreglarnos tranquilamente.
-Perfecto, allí te veré bae.
-Hasta luego. -Y colgó la llamada-
Vale, eran las 09:00 p.m, tenia una hora y media para cenar, ducharme y arreglarme.
Me hice un mini bocadillo ya que no tenia mucha hambre, y a las 09:30 me metí en la ducha. Me sequé el pelo, me puse espuma para mi pelo rizado y me maquille con lo básico, rímel, base, polvos y pintalabios.
Ahora llegaba el momento difícil para las chicas antes de quedar, esa gran pregunta que nos hacíamos todas... ¿Que me pongo? Quería ir arreglada, pero no muy de noche, informal pero no mucho ya que íbamos a una discoteca.
Al final opté por un vestido azul marino y blanco, con unas vans rojas que iban a juego con mis uñas y un pañuelo que me puse en la cabeza.
Eran las 10:30 p.m. cuando llegué y estaba mi amiga esperándome en el supermercado.
-Hey Irene -Me dio dos besos-
-Hola Nay
-¿A donde vamos exactamente?
-Si quieres podemos ir a Moon's, la discoteca que hay a 20 minutos en coche, además conozco al de seguridad y nos podrá pasar.
-Vale, yo conduzco.
Llegamos en seguida y nos pusimos a la cola, cuando nos tocó saludé a Martin, el chico de seguridad y nos dejó pasar gratis.
Hicimos una ronda de chupitos, y después otra, y otra. Cuando empezaba a notar que el alcohol se me estaba subiendo a la cabeza, me pedí un cubata al igual que Nayra.
De repente, se nos acercaron tres chicos altos, con pinta de extranjeros, serian españoles.
-Hey guapas, ¿os invito a una copa?
-No, gracias. -Dije bastante seria, aquel chico no me transmitía confianza, tenia algo en los ojos que no me gustaba-
-Venga va, si lo estáis suplicando. Quereis que algún tío como nosotros os lleve a la cama.
-¿Pero que dices gilipollas?
-Venga nena... -Me dijo, cuando levanto la mano para tocar el culo. Sin darme cuenta, alguien se acercó por detrás de mi y paaaam, le dio un puñetazo al chico que me intentó meter mano. ¿Quien era? Y cuando se giró y vi aquellos ojos azules me tranquilice. No se porque, pero cuando él estaba cerca, me sentía segura.
-¿Y tu quien eres imbécil? -Dijo el chico levantándose del suelo-
-Soy su novio. -Respondió, dándome un dulce beso.-
Estaba flipando... Y no se si estaba enfadada con él porque me besó sin ser nada, o enfadada conmigo misma porque me gustó. Aquel beso me hizo temblar, estaba en una nube flotando. -Vale ya me voy, lo capto.
-Y como vuelvas a intentar tocar a mi chica, te prometo que no sales vivo.
El chaval se fue rápido.
-¿Porque lo hiciste? ¿Porque me salvaste? -No entendía nada de lo que pasaba-
-Señorita Irene, me importas demasiado, y no voy a dejar que un sucio como ese te toque.
Creo que me iba a dar un ataque al corazón en esos momentos. Me encantaba esa parte de Nash, la que era amable y dulce, tierno y cariñoso.
No se porque, quizá porque estaba bajo los efectos del alcohol, pero le respondí de una manera un tanto especial... Le besé.
Disfruté de sus cálidos labios, aquellos que me arropaban y me transmitían confianza. Me respondió lentamente, suave y sin prisa.
Al separarnos, le miré a aquellos ojos y supe que había una parte de mi, que le gustaba Nash, o al menos le gustaba su versión tierna y cariñosa. Él era mi héroe.


Un verano mágico •Con Nash Grier•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora