Un verano mágico •Con Nash Grier•

Casi, pero no.

Y resultó ser Cameron

-Bú!- Dijo Cam intentando asustarme.

-Hey! ¿Qué haces tu por aquí?

-Bueno... Cuando me preguntaste por Nash me pareció un poco sospechoso la verdad, asi que vine a investigar.

-Entiendo... Bueno, simplemente vine para darle una sorpresa ya que tenia la tarde libre.

-Me alegro de que te este empezando a gustar mi amigo, haceis muy buena pareja la verdad!

WTF? ¿Porque había dicho aquello?

-Bueno, yo simplemente queria agradecerle todo lo que habia hecho por mi en este poco tiempo.

-Sisi claro claro... Bueno guapa, ya nos veremos, me tengo que ir porque he quedado, espero que te vaya bien con Nash.

-Gracias Cam, adios!

Nos dimos dos besos y le vi desaparecer. Era ya la hora asi que Nash deberia estar por aqui cerca... Y efectivamente, a unos 10 metros divisé un chico tocandose su largo pelo de color marrón y unos ojos azules bastante llamativos.

De repente me empecé a plantear si habia sido una buena idea aparecer alli, sin más. Decidí esconderme rápidamente detras de un coche.¿Que pensarian sus amigos sobre mi? ¿Se creera que me gusta? Que vergüenza...

Seria mejor esperar a la salida y así nos veria mucha menos gente. Mientras estuve jugando al "geometry dash life" y asi me lo podía pasar de una vez por todas.

Ya eran las 7:30 pm y los chicos ya empezaban a salir de ducharse. Estaba escondida tras el coche, el cual estaba a 4 metros de la puerta de salida, cuando salió Nash y estaba concentrado mirando su móvil y pasó el coche en el que yo estaba escondida así que salí de mi escondite de forma que quedé tras el. Fui corriendo y salté por su espalda dandole un susto.

-Quien eres? ¿Que esta pasando?

-NAAAAASHHHH!!

-Hey enana! ¿Que estas haciendo aquí?

-Mmm sorpresa!- Respondí yo sin saber muy bien que contestarle. La verdad es que ni yo misma sabía porque había ido a visitarle.

Los dos nos miramos y empezamos a reir.

-Pues muchas gracias señorita Irene, me encanta poder tenerte cerca. Todo es mejor cuando te tengo a mi lado.

OMFG acababa de oir eso, o estaba yo loca o wtf estaba pasando? No me lo creía.

-Gracias dependiente ya no tan misterioso. Bueno, voy a acompañarte a tu casa. ¿Te subes en mi coche?

-Oh si claro, vamos!

Nos subimos en mi coche y estaba un tanto nerviosa, ya que no había conversación y él estaba todo el rato mirando su móvil cual idiota. Odiaba al Nash pasota pff. Me estaba poniendo más nerviosa y no podía parar de mirarle cuando de repente...

-IRENE, FRENA!-Gritó Nash desesperadamente.

Acto seguido frené, y por suerte no pasó nada, ya que llegué a tiempo. Casi me saltaba un semáforo y todo por estar pendiente de aquel estúpido.

-Lo siento Nash... ¿Estás bien?

-Sisi tranquila, ¿Y tú?

-Sí, no me ha pasado nada.

-Vale pues sigamos, que ya sólo faltan dos calles para llegar a mi casa.

-Okay.

No entendía nada de lo que estaba pasando, no entendía porque ahora estaba soso conmigo.

Llegamos a su portal y aparqué en segunda fila ya que no iba a estar mucho tiempo allí.

Bajamos del coche y cuando llegamos los dos a la puerta, sin esperarmelo, me cogió de la cintura y me elevó. Seguidamente me puso en su hombro como un saco de patatas y abrió la puerta de el portal.

-NASH! Para! Estas loco!

Y me empecé a reir como una niña pequeña, y me olvidé de todo, en ese momento solo importábamos el y yo.

Salió un vecino de su casa y los dos empezamos a reir más fuerte todavia.

-Buenas noches.

-Adiós Thomas- Le contestó Nash a su vecino.

Cuando llegamos justo a su felpudo, me bajó de su hombro y me dejó cuidadosamente en el suelo.

-Gracias por bajarme, ahora ya me llega la sangre al cerebro.

-Nada enana, gracias a ti por traerme a mi casa, has sido una buena compañera de coche, a pesar de tu pequeño incidente.

En ese momento me puse roja como un tomate ya que no sabía que contestar.

-Bueno, un despiste lo tiene cualquiera.

-Lo sé, era broma boba. Ven anda.

Y lo siguiente que sucedió, pasó tan rápido que no me dió ni tiempo a reaccionar.

Me agarró de la cintura y juntó mi pecho con el suyo, inclinó la cabeza levemente y cerró los ojos suavemente, le imité yo haciendo lo mismo, y cuando creia que todo iba a ir perfecto y que nadie nos robaría nuestro momento, nuestro beso...