Capítulo cuatro

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"Meghan"

Digamos que esa noche dormí como un bebé. Estaba demasiado cansada pero me lo pasé realmente bien.

A la mañana siguiente...

Me desperté con el tono de la alarma de mi teléfono, eran las 9:00 a.m y dentro de unas horas tenía una reunión para la firma de contratos, la realización del disco...y demás trámites. La verdad que estoy muy ilusionada por el lanzamiento de mi nuevo y primer disco; desde pequeña la música ha sido gran parte de mi vida. Siempre aprovechaba cualquier momento para cantar, bailar e incluso "actuar" como por ejemplo en obras del colegio.

Ya casi era la hora, así que salí de mi casa cogí el coche y conduje hasta la discográfica. Al entrar ya estaban allí alguno de los directivos aunque todavía faltaban personas por llegar; empezamos con la reunión, mi mánager a mi derecha y el "gran jefe" a mi izquierda. Tras leer el contrato repetidamente y aclarar ciertas cláusulas firmé el que sería mi pasaporte a uno de los grandes sueños de mi vida.

"Charlie"

Esto de grabar tras una noche de fiesta es totalmente agotador. Pero la salida de ayer mereció la pena.

Tras unos últimos retoques a la grabación, y con todo ya listo por ahora, decidí retirarme un rato a mi casa. Estaba agotado. Aunque reconozco que me apetecía volver a ver a Meghan y esa sonrisa que casi nunca deja sus labios.

"Meghan"

Tras cerrar todo el acuerdo decidí que era hora de darme un descanso, no quería forzar demasiado la voz ni nada que pudiera perjudicar mi carrera. Me voy a regalar una siesta de unas cuantas horas...

Me despertó una melodía que al momento reconocí como mi tono de llamada. Alargue el brazo para coger el móvil de la mesilla y revise el o la causante de mi repentino despertar; era Charlie. Una sonrisa tonta surcó mi rostro y descolge la llamada rápidamente:

- Hola Charlie - le dije con mi mejor voz de recién despertada.

- Hola Meghan, espero no molestarte. Llamaba para preguntarte si ¿querías salir a dar una vuelta?

- No te preocupes no molestas. Y claro que me apetece dar una vuelta, dame unos minutos para prepararme y te aviso.

- De acuerdo - dijo y colgó la llamada.

Rápidamente me levanté de la cama y me puse a elegir la ropa adecuada; elegí unos pantalones cómodos gris oscuro, una camiseta morada con la frase "Love summer" y unas vans negras. Y le mandé un mensaje a Charlie para que pasara por mi.

Tras unos cuantos minutos tocaron a la puerta, al abrir un Charlie con unos vaqueros rasgados por las rodillas, una camiseta blanca con cuello en "V" y unas Converse azules apareció tan espléndido y guapo como siempre.

- Hola otra vez - me dijo con esa risa tan melódica que te incitaba a reírte con él.

- Hola, bueno y ¿adonde vamos?- le pregunté.

- Pues había pensado en ir a comer algo y luego podriamos ir al London Eye. ¿Que te parece?

- Me encanta la idea - le dije con una sonrisa.

Fuimos en su coche hacia un restaurante de comida italiana; no se si lo dije ya pero adoro la comida italiana. Entramos y cada cual pidió su plato favorito, la comida estaba deliciosa creo que vendré aquí más a menudo.

Cuando terminamos de comer fuimos hacia el London Eye, si por fuera era increíble por dentro tiene que ser alucinante. Nos subimos en un vagón y admiramos el bonito paisaje que se extendía bajo nuestros ojos. Cuando el vagón llegó arriba del todo las vistas eran totalmente impresionantes no podía dejar de mirar. Hasta que sentí una pequeña presión en mi mano izquierda, baje la mirada y vi que la mano de Charlie sujetaba la mía. Le miré directamente a los ojos y cuando quise darme cuenta sus labios estaban sobre los míos dándome un beso que ojalá no terminara nunca. Sus labios eran suaves pero sabían como llevar el ritmo de un buen beso; inconscientemente subí las manos a su cuello y pasé mis dedos por su cabello notando la suavidad al tacto del mismo.

El duetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora