Capítulo cinco

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"Charlie"

Juro que este momento podría ser uno de mis favoritos, sus labios eran tan suaves y a la vez tan adictivos que me costaba horrores tener que separarme de ellos; pero como siempre la necesidad de aire en nuestros pulmones nos hizo separarnos y quedamos mirándonos fijamente a los ojos.

Ninguno decía palabra alguna, estábamos en un total silencio. Pero no uno de esos incómodos sino uno de los que muchas veces es mejor que las palabras. Nunca me había fijado tan detenidamente en los ojos de Meghan, eran verdes, pero de un verde tan claro que pocas veces había visto.

Tras un largo rato de silencio fui yo el que decidió romper el hielo.

- Espero que no te haya parecido demasiado atrevimiento por mi parte. Pero de verdad que me apetecía hacerlo y lo hice sin detenerme a pensarlo - le dije lo que realmente sentía en ese momento.

- La verdad es que todavía estoy asimilandolo todo...pero no te preocupes porque....realmente me gustó. - cuando oí esas palabras de su boca en verdad creí que me había vuelto loco del todo, pero después de unos segundos me di cuenta que mi subconsciente no me estaba jugando una mala pasada; esas palabras eran de verdad.

Sin quererlo una enorme sonrisa surco mi cara. Y antes de decir una sola palabra más aproveché el momento para volver a deleitarme con un pequeño y casto beso de esos labios adictivos. Esto podría volverse una buena costumbre.

"Meghan"

Me sentia tan segura cuando estaba con Charlie que ni me daba cuenta del mundo alrededor. Tanto que casi sin darnos cuenta ya estábamos de vuelta al suelo desde el vagón; el encargado nos abrió la puerta y salimos hacia la salida.

Decidimos que tras este largo día, sería mejor ir cada uno a su casa y pensar sobre todo esto.

Así que nada más llegar a mi casa me puse mi pijama más cómodo, mis pantuflas y pasé lo que quedaba de día con Netflix, comida y Kim; mi gata.


Al día siguiente madruge bastante, cosa rara en mi. Aunque me levanté con una energía incontrolable, así que salí a correr para quemar endorfinas. Cuando quise darme cuenta ya era hora de que volviera a casa, pero al llegar me encontré con la sorpresa más inesperada...Charlie estaba frente a mi puerta y no queda de menos decir que se veía totalmente como todo un sex-symbol.

El duetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora