Tropiezos

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Naruto había llegado a casa. Al entrar pudo oler el rico aroma a Ramen, su plato favorito. Las cajas de sus cosas todavía están desperdigadas por toda la casa, en las escaleras, en las habitaciones, en el salón. Cuando llego a la cocina...

Naruto: Ya he vuelto.

Jiraya: ¿Qué tal el instituto?

Naruto: Bien. Ha sido divertido. ¿Y tú? ¿Qué has hecho hoy?

Jiraya: bueno solo pude sacar las cosas de la cocina y montar las camas de las habitaciones.

Naruto: Solo eso.

Jiraya: Bueno he tenido que ir a comprar para llenar la nevera.

Naruto se acerca a él y le llega un cierto olor a Sake y a humo...

Naruto: has estado en un bar.

Jiraya: bueno solo un ratito, ya sabes tengo que documentarme para mis libros.

Naruto: Si, claro.

Al momento tocan al timbre y Naruto salió de la concia para abrir la puerta, mientras Jiraya removía los fideos de Ramen. Al abrir...

Naruto: Oba-chan.

Tsunade: ¿Puedo pasar?

Naruto: Claro, adelante. (Al pasar) Ero-sennin está en la cocina.

Tsunade: Vamos entonces.

Al acercarse a la cocina, Tsunade, vio a Jiraya removiendo los fideos del Ramen y con un delantal que le hacía parecer bastante cómico. Cuando se da cuenta de que Naruto y Tsuande le observaban no tardo en quitarse el delantal.

Jiraya: así que al final has venido Tsunade.

Tsuande: ¿Sigues cocinando Ramen?

Jiraya: sí. Ya sabes que es mi especialidad.

Tsuande: ya sabes que Naruto no puede estar a base de Ramen, tiene que comer verduras y otra clase de cosas.

Naruto: Yo no quiero otra cosa que no sea Ramen.

Tsuande: (suspira) No has cambiado nada.

Cuando la cena estuvo servida, no tardaron en sentarse a la mesa para cenar. El ambiente era agradable, para Naruto era como volver a ser un niño, Jiraya y Tsunade no paraban de contar sus anécdotas, de sus viajes de cuando eran jóvenes o de los viajes que había tenido Jiraya con Naruto desde que salieron de Konoha, aunque claro omitió muchos detalles relacionado con la bebida o las mujeres.

Al calor del fuego los tres se sentaron encima de unos cojines. Las horas iban pasando y aunque Naruto tuviera 16 años seguía quedándose dormido al notar un ambiente agradable. Cuando se dieron cuenta sonrieron.

Tsuande: Sigue siendo el mismo niño.

Jiraya: Si. Puede que su mentalidad y su cuerpo haya cambiado pero sigue siendo aquel niño.

Tsunade: Si, Minato y kushina, estuvieran aquí, se sentirían orgullosos de él.

Jiraya: Si. Gracias a ellos, Naruto esta con vida y debemos protegerle, cueste lo que cueste.

A la mañana siguiente Sakura sale como era de costumbre de su casa hacia el instituto, bastante cansada por haber estudiado para el examen. Una vez que llego a la entrada del metro vio a Ino esperando como era de costumbre por fuera de la entrada del metro.

Nada más entrar en el vagón...

Ino: ¿Qué te parece Naruto?

Sakura: ¿Qué me parece de qué?

Konoha Gakuen Den. El renacer ( narusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora