Konoha Gakuen Den. El renacer ( narusaku)

Confesiones en el parque de atracciones

Habían pasado varios días desde que Jiraiya se había marchado de casa y aunque Naruto estaba viviendo solo en aquella casa tan grande siempre tenía ojos vigilantes, es decir, Tsunade vigilaba cada paso que daba para asegurarse de que no hacía nada malo mientras Jiraiya no estaba en casa. En el descanso, todos estaban sentados hablando y vieron a Naruto algo agotado...

Sakura: Pareces cansado Naruto.

Naruto: ¿se me nota tanto?

Ino: Si.

Sasuke: desde que Jiraiya se fue para buscar datos para su libro, Tsunade no le deja ni a sol ni a sombra.

Naruto: Si. ¡Ni que fuera hacer algo malo en casa! (con cara cómica)

Sakura: Pues deja de comportarte tan impulsivamente y seguro que te dejara algo de espacio.

Naruto: Eso es fácil decirlo. Una persona como tú no necesita que la estén vigilando todo el tiempo. Te portas tan bien delante de todo el mundo que no se dan cuenta de que tu verdadero yo...

Sakura: (enfadada y con el puño cerrado) ¿Qué mi verdadero yo que... Naruto?

Naruto: (algo atemorizado) No. No he dicho nada.

Sakura: ¡Naruto!

En un segundo de un puñetazo lanzo por los aires a Naruto empotrándolo contra la pared del fondo,

Sakura: ¡este chico me pone de los nervios!

Ino: Sakura y Naruto siempre igual.

Hinata: Por cierto chicos, ¿a qué hora quedaremos el domingo?

Naruto que había vuelto con solo oír la cita del domingo en el parque de atracciones...

Naruto: Que os parece sobre las nueve y media de la mañana.

Sakura: Estas loco. Es domingo. ¿Por qué no sobre las diez?

Sasuke: Yo creo que si fuéramos a las nueve y media no tendríamos que hacer una enorme cola y podríamos entrar uno de los primeros.

Sakura: Pues a las nueve y media. (Con una sonrisa y con ojos brillantes en plan anime)

Hinata: entonces a las nueve y media.

Había llegado por fin el sábado y Naruto se levantaba de la cama. Fue a la cocina, desayuno y se fue a comprar un par de cosas para comer, con el dinero que Jiraiya le había dejado para el tiempo que él estuviera fuera de casa. Una vez en el supermercado, cogió un montón de Ramen instantáneos, eso le hizo recordar a Jiraiya...

Naruto: ero-sennin, ¿Cómo te estará yendo las cosas?

Mientras tanto Jiraiya estaba instalado en un pequeño pueblo, investigando sobre akatsuki.

En un bar...

Jiraiya: ¡Ven guapa, ven! ¡Hazle compañía a este anciano! (dijo algo borracho a una de las camareras)

La camarera se sentó con gusto con Jiraiya, y mientras se reían e intentaba toquetear a la joven camarera...

Camarera: señor, es un pulpo.

Jiraiya: Soy un anciano que esperabas.

Camarera: No es tan mayor. Seguro que tiene unos cuarenta años. (Dijo coqueta)

Jiraiya: je jefe. Es un alago de tu parte, preciosa.

Camarera: me alaga, señor.

Jiraiya: Y ahora que tenemos confianza, estoy buscando a un amigo, y da la casualidad de que me han dicho que pasa por aquí alguna vez.