EL PODER DE LA MENTE

Capítulo 2

Llamé a mi enfermera Arianna para que trajese el suero en una jeringa e inyectárselo a Jefry, no había otra forma de que comiese.
Hazel estaba al llegar y no tardo ni 5 minutos desde que la llamé en aparecer por la puerta me pregunto si había mejorado algo y le dije que no, que alguna pequeña convulsión, pero nada más.
Hazel se quedo con Jefry esa noche y yo me marché a mi casa.
De camino, antes de llegar, paré en el bar de mi buen amigo Jim Cox. Era un lugar pequeño pero muy acogedor y muy famoso en California. Allí había quedado con todo el grupo de amigos para tomar una cerveza y charlar un rato. A los 10 minutos entraron Dylan y Danielle Fissher, dos de mis mejores amigos; trabajaban de presentadores en la FOX: Dylan en deportes y Danielle de información. «¿ Cómo esta Jefry ?» me preguntó Danielle. La conteste, como a todos, que bien, pero no despertaba. Se sentaron en los sillones y pidieron una cerveza. En cuestión de 15 minutos empezaron a llegar todos los que faltaban Alexia, que trabajaba con Dylan y Danielle, Axel su hermano , dueño de un casino en las Vegas y de un restaurante de lujo en California del que mi hermana Odette era chef, y Alexis, mi cuñado era informático en una multinacional.
La verdad es que teníamos una vida bastante cómoda, todos nos podíamos permitir la mayoría de lujos. Charlamos un rato sobre otros temas, fútbol ,política... Para intentar no pensar mucho en Jefry y relajarme, aunque no lo conseguí. A las 2 horas nos fuimos Danielle, Dylan y yo, puesto que viviamos en la misma calle, Lombard Street, ellos en el 23 y yo en el 30; me despedí de ellos y me fui a mi casa. Abrí despacio la puerta con intención de no despertar a mi hija Lilly pero estaba en el salón con Odette charlando. Las salude, la pregunte a Lilly por el examen de filosofía que había tenido ese día y me contestó con seguridad que la había salido bastante bien. Me encerré en la cocina, me preparé algo de cena y me fui a dormir.