Día 5

6 0 0
                                    

Mi madre me despertó con una chocolatada y galletas, nose que es lo que le había pasado, estaba muy buena y con dinero últimamente.

-¿Te pasa algo? -le pregunté.
-No. ¿Por qué preguntas?
-Es que últimamente has estado mas buena conmigo de lo normal.
-No es mas buena, solo estoy feliz porque tu hermano por fin regresó a casa, no sabía donde estaba, y no solo que volvió, sino que trajo mucho dinero. -respondió con cara de felicidad.
-¿¡Dinero!? ¿De dónde lo sacó? ¿Dónde estaba él?
-No se, le quise preguntar y me dijo que me daba la plata si no le preguntaba por "sus cosas".
-Ahh, eso es mas lógico, ya me preguntaba por qué él te había dado tanta moneda. ¿Y ahora dónde está? -pregunté.
-No se, pero dejate de tantas preguntas y vamos de compras. -respondió con una sonrisa.

Compramos de TODO jamás creí que mi madre haría algo como esto; nos trajimos ropa, joyería, zapatos y hasta celulares y un televisor. Nunca había estado tan feliz.
Fui a contarle a Mabel, pero primero, quise pedirle perdón por enojarme tanto, y ella quiso pedirme perdón por no creerme. Nos amigamos y le conté todo lo que habíamos comprado con mi madre. Pero cuando le conté de dónde habíamos sacado el dinero se puso como loca:

-¿¡TU HERMANO!? Mira si fue con drogas, o peor, matando gente. Meterían presa a tu madre, y a ti te enviarían a un orfanato. ¿QUÉ VAS A HACE...
-Espera niña -la interrumpí- cálmate, nada de eso sucederá, confío en mi hermano, no haría es... bien, se que sí lo haría, pero el es mayor de edad, el solo nos dio el dinero, nosotras no tenemos nada que ver, como mucho el que terminaría en la cárcel sería él.
-Okey, me calmo. Pero enserio me preocupas. Tu sabes que te quiero y no quiero que nada malo te pase.
-Gracias, yo también te quiero, pero no me va a pasar nada, lo juro.

Ella me abraza y se nota que hay lágrimas en sus ojos. Preferí no decir nada y dejar que ese momento sea emotivo.
Mientras seca sus ojos me pregunta si quiero dormir en su casa le dije que si, pero que tendría que preguntarle a mi madre porque últimamente se está preocupando más por mi.

-¡MAAAA! -grité esperando respuesta.
-No grites tanto, estoy aquí.
-¿Puedo dormir en lo de Mabel hoy?
-Si, pero toma, lleva dinero para comprar golosinas y si quieres alquilar unas películas.
-¡Muchas gracias!

Fui con Mabel y le dije que vallamos hasta el quiosco a comprar las golosinas y las películas. Ella también le pidió dinero a su madre y compramos de todo, iba a ser la mejor noche.
En fin, miramos cuatro películas, comimos pochoclos, chocolates, caramelos, gomitas, etc. Hasta que muy tarde nos dormimos.


Diario de una realidad no tan real.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora