Elfo insolente.....

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Durante un tiempo prudente, los dos elfos se perdieron uno con el otro en sus miradas, y esto había ocasionado que Irianel , por primera vez sintiera lo que era una descarga eléctrica, que iba poco a poco recorriendo todo su ser. Seguían sin articular palabra alguna , ninguno de los dos , hasta que el caballo de la elfa relincho sacándolos del trance.

_Quítate de enzima_ grito la elfa.

El la miro y le dedico una sonrisa alentadora, aunque irónica.

_Eso me da alguna pista de lo que puedes estar pensando _le dice_. Es usted un misterio.

¿Un misterio? ¿Eso crees?

_No tengo nada de misteriosa_ y es usted un insolente entrometido_ le decía la elfa que aún estaba presa entre el suelo y el cuerpo del elfo.

_Creo que es usted muy contenida _murmura.

¿Qué? Uau... ¿Esté quien se creé? Es increíble. ¿Yo, contenida? Por Eru.

_¿Quítese insolente?

El elfo se levantó enseguida, tendiéndole una mano para ayudarla a levantarse, la cual ella negó por supuesto.

_¿La he ofendido? _le pregunta en tono sorprendido.

_Por supuesto que no _le contesto sinceramente.

_Bien_ Dijo con una sonrisa en su boca.

_Pero es usted un poco arrogante no cree_ le tiró la elfa con un poco de recelo.

_Suelo hacer las cosas a mi manera querida dama _murmura_. En todo.

_Me acabo de dar cuenta caballero_ le dice la elfa

_Lo siento _susurro mirándola fijamente a los ojos, esto provoco que Irianel sintiera un calor recorrer todo su cuerpo.

_Que es lo que me pasa?_ decía la elfa para sí misma.

_¿Qué sientes? _Salió de repente de los labios de la elfa.

Maldita sea, que acabo de decir_ se preguntaba la elfa, ella nunca había dicho las cosas sin pensar....

El elfo dibujo una sonrisa en sus labios, por fin la había encontrado, Irianel tenía todo lo que el estaba buscando, una mujer de agallas, fuerte y sobre todo muy bella, muy bella. Este le tendió la mano y ella se la dio, un poco aturdida, y cuando sus dedos se tocaron, Irianel sintió un extraño escalofrío por todo el cuerpo. Y a toda prisa retiro la mano , toda incomoda por lo que lo había sentido.

_Cuál es tu nombre_ le dijo el elfo a Irianel.

_Es mejor que no lo sepas_ dijo esta.

Este la observo y le sonrió sorprendido, la verdad es que había quedado fascinado con la elfa, y quería saber más de ella, Quién era?, Que hacia sola en el bosque?, De que huía?, el que ella estuviera ahí sola en medio del bosque, no era precisamente por un paseo nocturno, pero sabía que ella no se lo iba a decir, el la observaba detenidamente ya que ella se había dado la vuelta en dirección a su caballo, esta lo agarro de las riendas y se subió nuevamente a su caballo.

_ Espero no volver a verte nunca más en mi vida _ le dijo la elfa con una sonrisa

_Yo espero que sea al contrario?_ le contesto este.

Su voz era cálida, y lo volvió a ver a los ojos y le sostuvo la mirada, le había trasmitido en ese instante paz, una paz que ella no explicaba_ Que me pasa?_ Este insolente me a atacado?_ decía la elfa, esto no es divertido, Parece ligeramente interesante_ pensaba Irianel, pero sobre todo muy educado.

_ Tal vez sea como tú dices elfo insolente_ le dijo la elfa con una sonrisa. Giro a su caballo y emprendió de nuevo su marcha, y mientras cabalgaba iba sonriendo por lo sucedido.

_Que ha sido todo esto?_ se decía para sí misma_ no puedo negar que tenía la mirada más hermosa que jamás he visto?_ pensaba la joven.

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Legolas no dejaba de seguirla con la mirada, había quedado fascinado con la belleza de la elfa, y con una sonrisa dibujada en sus labios, levanto un poco la vista para divisar a la joven que ya se había alejado de ahí, pensaba en lo que había pasado, y su subconsciente hablaba por el _Podría pasarme la noche mirándola... una idea se le paso de pronto por la cabeza..... Se dirigió a su caballo y se subió en él, lo dirigió en la misma dirección en la que la joven elfa había partido, y se puso en marcha, iba a seguirla para asegurase que llegara a un lugar seguro , mientras tanto iba pensando

_No sé si me arrepienta mañana, pero tengo que estar seguro que este a salvo_ se dijo para sí mismo, voltio a ver hacia atrás ya que sabría que su padre estaría esperándolo al alba como lo había prometido, pero no podía dejarla sola.

_No puedo dejarla sola_ decía el elfo en su mente, y mientas cabalgaba un mal presentimiento lo abarco y no le gusto para nada.

_ No me gusta el rumbo que están tomando mis pensamientos?_ decía el elfo.

La prometida de ojos bellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora