La prometida de ojos bellos

Adiós Rivendel

Irianel cogió entre sus vestimentas lo más cómodo posible, nada de lujos, ni cosas llamativas, ya que este viaje sería una viaje sin regreso, era muy consiente que en el momento en que cruzara los límites del Rivendel su padre la desterraría para nunca más volver y eso calaba en su corazón, no volver a ver su hogar, sus hermanos , a su padre, a nadie. Eso partía aún más su corazón, pero ella era una elfa decidida y ya había tomado la decisión; la decisión más dura de su vida, pero no iba a permitir que su padre la casara con nadie, el día que eso ocurriera seria ella quien decidiera con quien y cuando casarse, ella no tenía ni idea a donde iría ya que era la primera vez que la joven elfa salía de los límites de Rivendel , tenía claro que después de esto nunca más podría volver a la ciudad, pero no le importaba, lo único que sabía es que no podía con esa carga que su padre ponía en su espalda, y mientras metía en una especie de bolso de cuero sus pertenecías , seguía planeando que hacer.

_Que haré ahora?_ susurraba para si misma

Ya había terminado de alistar sus cosas y se sentó en su cama para terminar de alistarse, depósito en su almohada la tiara que la convertía en lady Irianel, una elfa de alta casa de Rivendel, era una hermosa tiara que había pertenecido a su madre, pero ahora no la necesitaría más, observándola la depósito en su lugar.... Adiós Rivendel _ dijo la elfa para si misma.

Sabía muy bien que el viaje seria largo y necesitaría provisiones para eso esperaría a que todos estuvieran durmiendo para bajar hasta las cocinas y robar lo necesario para su partida.

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Mientras tanto de camino al la cuidad de Rivendel, el rey Thranduil y el joven príncipe venían con su comitiva del reino del bosque negro

_Te va a agradar hijo, ya lo veras!_ le decía el prepotente rey a su joven hijo que traía una cara de pocos amigos

_Esto que están haciendo padre es una completa locura _decía el joven príncipe_,ni siquiera la he visto alguna vez, y si no m...

_Calla_le grito el rey a su hijo_. Es tu prometida y punto. Y deberás cumplirle a tu reino, es lo mejor para todos.

El príncipe alzo la vista en direccion a su padre , el cual estaba a tan solo unos metros de distancia de él y le clavo la mirada y luego se la aparto con resignación.  Anduvieron unas cuantas horas hasta que uno delos guardias se acercó al rey.

_Su majestad hemos encontrado un lugar seguro para pasar la noche_ decía el guardia elfo _además hay un arroyo cerca para que mi señor pueda asearse y descansar_le dijo este esperando la orden de su rey.

_Acamparemos aquí?_ dijo el rey son su aire de soberbia_ el capitán hizo una reverencia y se marchó a dar la orden de su rey, mientras el rey se desmontaba de su caballo, el príncipe legolas se había marchado a inspeccionar, esa era la excusa que necesitaba para ver la manera de salir de ahí.....

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Mientras tanto Irianel ya tenía todo listo, ya había logrado bajar a las cocinas sin que nadie lo notara, había logrado robar lo necesario para su viaje algunas manzanas, tarta de queso su favorita, lembas y una que otra pera las necesitaría y cualquier provisión sería de gran ayuda... se encamino hacia la entrada sin que nadie lo notara y se fue hasta las cuadras donde estaba su amigo inseparable Rayo, un hermoso semental que su padre le había regalado cuando cumplió los 100 años, tomo de las riendas a su caballo y lo acaricio, volvió a ver al cielo y una última lagrima broto de sus ojos y suspiro para sus adentros.... Ya es hora Irianel_ se dijo par sí misma y empezó su marcha lentamente , ella no quería que ningún elfo de la guardia la viera y pudiera avisar a su padre, se percató que nadie la había visto salir y se montó en su caballo... empezó a cabalgar lo más rápido que pudo y ya a lo lejos de su reino voltio para darle un último vistazo a su hogar.