Freddie. {h.s} CANCELADA.

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Recién comenzaba el día y Harry aún seguía durmiendo. Él había estado toda la noche terminando de hacer la tarea que le habían dado en la universidad y como siempre hacía él, dejaba todo para último momento.

La madre de Harry ya había ido a despertarlo pero él no movió ni un solo dedo, entonces decidió no despertarlo y que falte a las clases. Su hijo iba muy bien en la universidad por eso un día que no vaya no pasará nada. Freddie dormía en la habitación de Harry, al ver que ella no lo despertó y se fue, supo que lo había dejado faltar.

No es como si el perro tuviera conocimiento de los días y de los horarios pero al estar acostumbrado a una rutina y que esta se rompa sospecha el porqué de esto.

— Freddie, ven — Llamó Anne al animal, esté fue hasta ella y se sentó a su lado con la lengua para fuera —. No despiertes a Harry, ¿sí? Hay que dejarlo dormir, así que quédate aquí.

Al ser tan obediente como Harry lo adiestro, se quedó allí, en la cocina con Anne mientras ella desayunaba.

Luego de un par de horas, Harry despierta desorientado por no estar teniendo que decirle a su mamá que ya está despierto para que deje de moverlo. Se sienta en su cama y mira hacía la camita que compró para que Freddie duerma, pero él no está ahí.
Parándose rápidamente mira el reloj que tiene en su mesita de luz, este marca las 11:30 am.

Abre los ojos tan grandes como puede y sale corriendo hacía la cocina donde se encuentra su mamá limpiando y Freddie durmiendo.

— ¡¿Por qué no me despertaste?! — Harry está enojado y frustrado. Él nunca faltó a la escuela y mucho menos lo haría para la universidad.

— Buenos días, hijo — Saluda Anne dándose la vuelta para verlo, Freddie ha levantado la cabeza para mirar la escena —. Y no te desperté porque sé que te habías quedado hasta tarde haciendo la tarea, por un día que faltes no pasará nada, hijo.

— ¡Pero mamá! Jamás he faltado y ahora sí, ¿y si explicaron algo sumamente importante? Mamá, me debías despertar para ir, haya dormido o no. — Él está realmente frustrado, odia faltar a los lugares porque piensa que si no va, algo importante sucederá y él no se lo querría perder.

— Umm, lo lamento, Harry. Yo simplemente quise dejarte dormir porque se te veía muy cansado. — Anne suspira, pensó que él le agradecería, todos los jóvenes les encantaría poder faltar a clases por cualquier cosa —. Para la próxima me lo pensaré dos veces antes de no despertarte. En serio lo siento, Harry.

Ahora él se siente muy culpable, su mamá se ve triste. Suspira y camina hacia ella para abrazarla.- Lo siento, ma. Es que sabes que odio faltar y me puse algo loco.

Se abrazan fuerte mientras Freddie salta alrededor de ellos, llamando su atención. Harry acaricia su cabeza y se agacha.

— Tenemos toda la mañana libre, ¿vamos al parque? — El perro comienza a ladrar y saltar, recibiendo risas de parte de Anne y Harry.

Este último va a cambiarse de ropa mientras su madre le prepara el desayuno, Freddie siempre siguiéndolo y acosándolo con la mirada.

— Vayan con cuidado — Dice Anne cuando están por salir de la casa.

— ¿Escuchaste, Freddie? Con cuidado. — Ríe Harry mientras le habla a su perro. Su vecina lo mira extrañada, es una anciana algo amargada, ella piensa que Harry está loco porque habla con los animales que se encuentra por ahí.

— ¿Qué tal, señora Smith? ¿Cómo amaneció? — La anciana se mete a su casa, ignorando a Harry completamente. Él ríe, esa mujer le causa risa siempre que la ve, por la manera que reacciona.

Mira a su perro, que va a su lado sin correa y sonríe. Él sabe que los animales nos escuchan y entienden, sólo que nadie lo acepta.

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Freddie en multimedia.