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Harry se encontraba caminando por el centro comercial con su amigo Aiden, él había querido llevar a Freddie pero lamentablemente no se admitían animales en los centros comerciales.

Aiden le contaba que iba a ir a visitar a su madre a Irlanda, ya ella vivía allí después de haberse separado de su marido. Estaba muy feliz por su amigo, porque sabía cuánto quería a su mamá. Como Harry amaba a la suya.

— ¿Cómo anda Freddie? —Preguntó su amigo mientras caminaban —. Hace mucho que no lo veo.

— Anda con sus cuatro patas — Guiñó un ojo a su amigo haciendo que este le dé un golpe en el brazo —. ¡No me digas que no estuvo bueno! ¡Por Dios! Tú y tu sentido del humor tan escaso.

—Oye, algo es que no tenga sentido del humor, cosa que no es cierta, y otra cosa es que seas tan mal humorista que me da pena Freddie por tener que aguantarte todos los días — Rodó los ojos y pasó un brazo por los hombros de su amigo.— Pero ahora en serio, ¿cómo está él?

Harry dio una vuelta para que Aiden sacara su brazo de su hombro, todos los miraban raro porque parecían una pareja gay, y él no quería que comenzarán a salir rumores y que lleguen hasta su madre — Freddie está bien, vivito y coleando.

Ambos siguieron caminando hasta dar con un Mc Donald, se les caía la baba de la boca con tan sólo mirar una imagen en cartón de una hamburguesa cuarto de libra con gaseosa y papas fritas, sí, absolutamente rico. Hicieron la fila, la cual no era tan larga, Aiden se dedicó a coquetear con las muchachas que se encontraban en frente de ellos mientras Harry no dejaba de ver el cartón y la fila, se estaba impacientando.

Miro a su amigo en cuanto lo llamo — Harry, te presento a estas dos hermosuras — Quería huir de ahí, a Harry no le gustaba estar con mujeres, era algo tímido cuando no conocía a las personas, odiaba ver como Aiden era tan suelto con las personas. Ahora mismo estaba insultándolo mentalmente—. Esta rubia de aquí es Taylor y esta morena hermosa de aquí es Phoebe.

Él simplemente les sonrió tímido y miro el suelo, escucho a Aiden disculparse con ellas por su comportamiento diciendo que era tímido.

¿Por qué tenía que decirlo? No lo malinterpreten, no es que se avergonzara de ser tímido, porque a veces trae beneficios, pero a Harry le gustaría no serlo para tener más amigos y no tener que sonrojarse cada vez que tenga que dar una clase oral, odiaba tener que pararse frente a todos.

Las dos chicas les dieron su número a Aiden pero la rubia le guiño un ojo a Harry y le hizo un gesto en forma de teléfono con las manos, dándole a entender que lo llame, haciendo que este se sonrojara. Por fin pudieron pedir su tan esperado cuarto de libra.

Se fueron a sentar a una de las mesas que estaban por ahí, todas las chicas volteaban a verlos. Aunque Harry sea hombre admitía que su amigo era muy lindo, cabello rubio ceniza, ojos grises y sonrisa matadora, sin olvidar que tenía un buen físico, no tan trabajado pero perfecto para el ojo femenino.

Harry tampoco estaba nada mal, él sabía que era lindo pero no era tan engreído como su amigo. Él tenía el cabello rizado, ojos verdes esmeraldas, una sonrisa tierna, como siempre decía su mamá, hoyuelos en sus mejillas, unos cuantos tatuajes, alto y buen físico. Lo que más le gustaba de él eran sus ojos porque parecían a lo verde de las hojas de los árboles, le recordaban a los bosques.

— Oye, amigo ¿quieres ir hoy a una fiesta? — Muchos dirían que Aiden no era un buen amigo porque le ofrecía cosas que no le gustaban pero Harry sabía que lo hacía para que su timidez se vaya. Cosa que no es posible aún.

Con una pequeña mueca en su rostro, respondió— No, gracias — Lo miro directo a los ojos—. Agradezco tu esfuerzo pero simplemente quiero poder hacer las cosas por mí mismo.

Aiden sonrió y siguieron comiendo hasta que recordó algo — ¡Harry! Mi vecina me dijo que está buscando a un paseador de perros para que la ayude con sus perros, entonces le hable sobre ti y me dijo que te preguntará si quieres trabajar para ella.

Los ojos de Harry se salían de órbitas, no podía creer lo que su amigo decía. ¡¿Por qué no lo había dicho desde un principio?!

— ¡¿Por qué mierda preguntas?! ¡Claro que sí! — Harry se había parado de un salto, la timidez había desaparecido, todos los que se encontraban ahí lo miraron como si estuviera loco. Pero Harry no estaba loco, él estaba emocionado por hacer algo que le gustaba. Y eso era cuidar de los animales.

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Lamento haber tardado casi un mes en actualizar, no encontraba la inspiración.

Este capítulo tiene más de 800 palabras son muuuchas más del anterior.

En este capítulo se ve como es la personalidad de Harry, ¿les gusta?

Quería dedicarle este capítulo a 

Voten y comenten, y si quieren ¿podrían recomendar la fic? ¡Gracias!

Freddie. {h.s} CANCELADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora