El problema de tener sólo una solución...

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No pasó un segundo en el parque, sin que Haru no se sintiese una princesa: Tsuna cuidaba de ella hasta en su más mínimo capricho. Gokudera tenía prohibido pelear con ella. Al mediodía, almorzó su comida favorita con Tsuna servida por Yamamoto y Ryohei, y su postre también fue su favorito. 

Hubiese estado por las nubes, si se permitiese a sí misma sentirse bien: ¡Estaba en una cita con Tsuna, con quien quería que fuese su esposo, y el padre de sus hijos! ¡Servida por él mismo, y todos sus amigos, que se ponían a su disposición! ¿Qué podía ser mejor que eso?

Sin embargo, debía sonreír algo forzadamente, y sólo una o dos veces rió desde el corazón. Tsuna, y su hiper-intuición, lo sabían, si bien engañó perfectamente al resto. 

El castaño empezaba a desesperarse, tras la visita al zoológico después del almuerzo. ¡Aunque a veces parecía mejorar, Haru no hacía más que encerrarse en sí misma! ¡Había reservado un parque restaurado sólo para ella, y el problema que ella tenía aún no se alejaba de su mente! ¿¿Qué le pasaba?? A Reborn, Kyoko (que hacía soporte en video-llamada con Reborn)  y a él mismo se les terminaban las ideas para agasajarla. 

Así que, después del zoo, la llevó a la noria, y ya solos en la cabina, le tomó ambas manos y la miró a los ojos. Y aunque no existía situación más cliché romántica, y aunque ambos estaban fuertemente ruborizados, no existía el "aire" que Tsuna esperaba. 

Y que Haru esperaba. Ella estaba ciertamente encantada, era la mejor cita de su vida, aparte de la primera, pero.... ¡pero...! No sabía si era por las palabras y el desánimo que sus padres le habían hecho sentir por la prueba, y no se sentía digna  para todo eso, y Tsuna en general, no sabía por qué, pero.......

Pero le preocupaba más Nami-chu que Tsuna. Le daba más ilusión y entusiasmo juntarse con su amigo al que jamás había visto, que el chico con quien ya había planeado su boda, luna de miel, y tres primeros hijos (y si primeros, porque pensaba que llegasen más luego). ¿Por qué.....?

-Haru.... ¿qué pasa? Hoy no me sonreíste de verdad en todo el día.... ¿qué estamos haciendo mal? Dime, ¿qué te pasa? ¿Qué es lo que te pone triste? Kyoko no quiso decirme, y sé que no lo hará hasta que tú le des permiso.

-...- ella lo miró a los ojos. Unas pequeñas lágrimas se asomaron, y cuando vio la mirada del castaño, no se pudo reprimir, y empezó a llorar. Lloraba como una niña, levantado la cabeza, y con una mano secándose las lágrimas. Y mientras lo hacía, repensó las preguntas de Tsuna, y supo qué era lo que pasaba. Qué era lo que había estado pasando desde el principio. Qué era lo que "hacían mal". Lo miró y le dedicó la sonrisa más luminosa y amable que supo- No...... no es nada, Tsuna-san. Es algo que debo resolver yo.... - tomó ella las manos de él, y con más vitalidad de la que pensaba tener, aseguró- ¡Haru se esforzará! ¡Así como Tsuna-san le enseñó! ¡Y luchará a su modo! ¡Así que apóyame!

A Tsuna tanta información lo sacó de lugar. Reborn también quedó sorprendido, y Kyoko pestañeó varias veces antes de sonreír. Entonces, Tsuna entendió TODO lo que Haru quería decir con eso. 

-Te apoyaremos, Haru. Recuerda que somos tus amigos, y estamos para eso. Así como tú nos apoyaste antes, haremos lo que podamos. Y si tu lucha se pone dura..... Te protegeremos con todo lo que tenemos. Porque eres nuestra preciosa, preciosa compañera. Pero tienes que confiar en nosotros, ¿si?

Ella asintió, ruborizada. Reborn y Kyoko sabía que estaban hablando de algo que ellos todavía no entendían. ¿¿Qué estaba pasando ahí dentro?? Kyoko temía que su mejor amiga lograra ganar el amor de Tsuna en esa cita (recién se le ocurría la posibilidad), y Reborn no entendía para dónde estaba yendo Tsuna. Como seductor que había sido toda su vida, sabía que ese tipo de propuestas sólo te llevaban a un lugar ¡Dame-Tsuna no sería tan tonto de mandarse solo a la friendzone! ¿¿o sí??

Al terminar la vuelta de la noria, ella bajó, y le comentó, feliz, que había sido la mejor cita de su vida. 

-¿Dónde irás ahora? Te podemos alcanzar, si quieres.

Ella negó, y llamó un taxi. Iría sola. Quería ser la primer persona que le viera la cara.

Ya a punto de subirse al auto, y con el transmisor de Tsuna apagado, hablaron abiertamente lo que habían establecido por miradas. 

-Haru.... ¿quién es él? Sé que irás a verlo ahora....

-Te lo diré mañana, Tsuna-san ¡Es una promesa!..... gracias por ser tan bueno conmigo hoy..... y lamento.... no estar más enamorada de tí. 

-Está bien,Haru.... y no sé quién sea él, pero.... Si te hace daño, se lo haré pagar, ¿entendido?

Ella rió, asintió, y se metió dentro del taxi. Cuando éste arrancó, bajó la ventanilla, y le gritó a Tsuna.

-¡Estaré rezando por tu futuro con Kyoko-chan, Tsuna-san!


Tsuna quedó rojo como un tomate, y tras eso sintió una mano en el hombro. No necesitaba girarse para saber a qué boxeador pertenecían esas manos. 

-¡SAWADA!- gritó Ryohei- ¡CONCUERDO CON ELLA AL EXTREMO!

Gokudera llevó a su jefe al hospital, porque el shock lo había desmayado, mientras Yamamoto y Reborn comentaban que todo había sido muy raro.... pero Kyoko y Haru parecían volver a ser ellas mismas así que... Todo estaba bien, ¿no?

Aunque ellos no lo habían logrado, Haru al día siguiente estaría bien, o eso dijo Tsuna horas después, cuando se despertó del desmayo. Él creía que Haru estaría bien. 

La perfecta chica imperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora