El último problema y la solución.

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Mientras iba y revisaba ansiosa la hora, Haru recordó esas pocas y contadas veces en las que Nami-chu habló de sí mismo. Le había dicho que la gente le tenía miedo, que tenía un aspecto sombrío y que solía interesarse mucho por el orden de lo que lo rodeaba. Odiaba el desorden, y pensaba que toda institución debía tener una forma de llamar los insurrectos al orden, y se había auto convocado a sí mismo a esa función en su escuela, lográndolo tras bastante sacrificio.

Pero que su forma de ser estricta hacía que la gente no se acercase a él. Y que lo juzgasen de "terrorífico".... y realmente no quería tener muchos amigos así que eso estaba bien ¬¬, pero consideraba correcto acercarse a unas pocas personas que le interesaran. Y, por algún motivo, Haru estaba entre esas personas. Le interesaba.

A los pocos minutos, ella se bajaba en la cafetería, y miraba a los clientes, aunque sin esperar verlo, pues aún quedaban diez minutos hasta la hora acordada. Pero, en una mesa alejada, vio el pajarito que siempre la visitaba. Y Nami-chu le había dicho que ese era su ave y lo llevaría. Que así podría reconocerlo.

Un poco dudando, se acercó al morocho de perforantes ojos azules que leían con el pequeño pájaro en la cabeza.

-¿N - Nami-chu... san?

Preguntó al acercarse. Él levantó la vista y cerró de golpe el libro.

-¿Spring_girl?- miró su reloj y sonrió- Aún quedaban diez minutos...

-¡Me alegra que seas tú!-exclamó ella con alivio. No quería equivocarse de personas con alguien tan terrorífico- pues si, pensé en venir antes.... no me gusta ser impultual.

Él asintió. Comentó que la impuntualidad era una falta de respeto a la disciplina, y se levantó.

-¿te importa si comemos adentro?

-¡No, en lo absoluto!

Hibari Kyoya no sabía si esa chica empezaba a interesarle cada vez más por su comentario de la puntualidad o por la sonrisa amable y resplandeciente que le mostraba en ese instante. No creo muy necesario remarcar esto, pero no había chicas que se le acercasen con tanta confianza..... lo cual no le molestaba en lo absoluto.

Entraron, pidieron mesa para dos y el mozo los llevó a un pequeño apartado, rodeado a los lados de macetas de flores. Se fue tras dejarle una carta a cada uno. Al principio, sólo se miraron mutuamente. Ella juntó las manos y jugueteó nerviosa con los pulgares. ¿Qué hacía? Era mucho mas fácil hablarle por chat que en persona. Y ciertamente tenía un semblante siniestro. Parecía que podría matarla en cualquier momento.... y. .. ¿no era él el "Hibari-san" que tanto aterraba a Tsuna? ¿no era increíblemente peligroso?

Antes de darse cuenta empezó a temblar. Y eso la preocupó mucho... ¡eso no iba bien! ¿empezaría a temerle al chico del que más había dependido en la vida? ¿¿Ahora que se había enamorado de él??

-Yo.... entiendo que tengas miedo. Es natural - dijo él de repente- si quisiera, podría fácilmente derrotarte o incluso matarte . Y eso lo sabes por institnto. Pero no te citaría en café para hacerte ningún tipo de daño, ¿ No lo crees, Spring_girl?

Ella asintió. ... y sonrió con timidez.

- Tienes razón... es sólo que un amigo te describía y lo hacía como si fueras terriblemente cruel y peligroso...

-¿uh? ¿El herbívoro?

Ella dudó unos segundos. Pensaba. Él temió haber hablado de más... hasta que...

-¡Si, Tsuna-san! Siempre dice que eres muy fuerte y siempre se asusta cuando Reborn-chan le dice que pelee contigo...

Hibari prácticamente sintió el flechazo. Supo al instante que era la mujer que... nunca había esperado, porque no creia posible que existiese... pero que era la idea que se había formado la vez que había visto a Kusakabe enamorado y se había preguntado qué mujer o tipo de mujer lo haría sentir asi.

Y si. Ese era el sentimiento. Pero quedaba una duda. ¿Ella superaría el miedo? Porque incluso en ese momento estaba temblando.... y no para algún interés romántico, sino para el motivo que los había reunido.... ¿Podrían hablar con la misma fluidez que online?Ese tema empezaba a preocuparle.

-Pero no imaginé nunca a Nami-chu como alguien que asustara a Tsuna-san... Haru está sorprendida- entonces, llegó el camarero, ambos pidieron, y ella juntó mucho aire. Cuando el camarero se fue, Hibari notó que ella había dejado de temblar. La miró, serio por unos segundos, hasta que ella le sonrió. Era una sonrisa tensa. Como la que le mostraba todo el tiempo al hervíboro cuando la metía en problemas- Pero está feliz de al fin verte la cara.... Nami-chu-san.... ¿E-en serio, Haru..... Haru no es una mujer estúpida? ¿En serio...... Está bien incluso si Haru es indisciplinada y y reprueba?

Él fue a su lado. Hacía mucho que la observaba. Le había llamado la atención porque Rokudo Mukuro la había apuntado como presa, a pesar que ella no era parte de Namimori. Y había visto mucho mas en ella que en la sotras chicas que rodeaban al hervíboro. Era cierto que nunca se le había acercado.

No sabía hablar con la gente, porque lo consideraba algo casi innecesario. Y realmente no se había imaginado volver a necesitar animar a alguien..... y Haru no se iba a animar con una pelea..... aunque si golpeaba a sus padres para hacerles entender.... ¡no, no! ¡Eso definitivamente era una mala idea!

-Dime ¿No estudiaste para la prueba? - ella negó. Iba a explicarle sus motivos, pero él no necesitaba escucharlos: había terminado en el hospital, junto con el resto- ¿Prestaste atención cuando daban el tema? - ella lo pensó, y tras dudarlo, negó: habían dado el tema entre lo del "torneo de sumo" (los varia) y poco después de lo del futuro. Todo había sido sumamente confuso, y aparte estaba lo de su enamoramiento de Tsuna, que no le dejaba concentrarse- ¿Entendías algo de las preguntas? ¿Conocías los temas de antemano?

-S-Sólo... entendí las que contesté bien... - dijo ella, ruborizada, y con pucherito- ¡S-Si las hubiese entendido, hubiese sido capas de deducir las respuestas! ¡Pero usaron ese vocabolario técnico que me bloqueó! ¡Y los kanjis sin lectura! ¡No los recordaba!

-¿Y sabes el promedio de estudiantes de Japón que pueden conseguir un puntaje del 20% sin entender lo que dicen sus preguntas, con un alto porcentaje de faltas, y sin haber prestado atención en clases? - ella negó. Iba a decir que alto: cualquiera podía deducir.... Ella no era ninguna Sherlock Holmes- Menos del 1%. ¿Te crees burra por sacar una nota mala en una prueba?

Ella quedó sorprendida. Realmente no imaginaba que el porcentaje fuese tan bajo. ¿A la gente le costaba la escuela? ¿Tanto así? Sonrió.

-¿Lo dices en serio?

-Yo siempre hablo en serio.

Ella dudaba, y justo llegó el camarero. Alegrándose que en ese lugar nadie o muy pocos lo conocieran, Hibari lo tomó del hombro, (y no miento si aseguro que el trabajador vio su vida pasar frente a sus ojos), y le dijo.

-Responde con sinceridad: si faltadas a clase y no estudiabas en la escuela.... ¿Cómo te iba?

-Si me saca un 15%, mis compañeros aseguraban que había comprado las respuestas... ¿por?

-Retírate.

El pobre joven no esperó repetición a la orden y se fue. Haru entendió que lo que Hibari planteaba era cierto. Lo miró. Dudaba. Dudaba desde lo más hondo de su ser. Tomó un poco del exprimido que había pedido, sin quitarle la vista de encima, y mirándolo a los ojos, preguntó.

- E-entonces.... ¿No es tan grabe reprobar una prueba?

-Para nada. Y si tus padres te dicen lo contrario, sólo debes esperar. Porque aún no lo entienden... pero ya lo harán.

Ella sonrió. Era una pura sonrisa de felicidad. No escondía nada. Ella sonreía desde el corazón para Hibari. Y siguió haciéndolo todo ese día. Le sonrió a él y sólo a él.

La perfecta chica imperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora