Capítulo 3: Noche

39 1 3
                                    


Ethan:

Después de dejar a Mitsuki nos dirigimos a mi casa. Esta noche ha sido rara, generalmente cuando hay una fiesta no me importa si tengo que ir, simplemente me limito a obedecer. Nunca protesto. Pero siendo sincero nunca me han gustado. Sonreír a personas que me cae mal. Un montón de chicas siempre pidiéndome bailar o mi número, mis padres queriendo que salude a todos. Vampiros que se creen superiores, humanos que se creen los más importantes de su especie. Estoy harto de eso, por eso quise escapar. Salí sin que se dieran cuenta, pero olvide un detalle. No había tomado sangre en varios días, no creí que me sintiera tan débil.

Al menos gracias a eso conocí a Mitsuki y a Al, me siento mejor. Ahora, si no hubieran llegado no sé qué habría pasado.

-Al, puedo preguntarle algo. –Inicio una conversación con el cazador que me ha ayudado.

-Adelante –da un asentimiento.

-Sé que ha dicho que es un cazador, pero hay algo que no logro entender. Acaso ¿es usted un vampiro? –giro mi cabeza para ver su rostro.

-Lo dices por los ojos. –sonríe –pero no, te has equivocado. –su expresión no me decía mucho, pero mis ojos no me delataban. Este cazador oculta algo.

-Es cierto, sus ojos tienen algo que ver. Pero en su presencia noto algo que no pertenece a la raza humana. Además esos ojos no solo son rojos tienen algo especial, solo en una de las naciones existe un clan de vampiros que posee esos ojos. –recuerdo vagamente haber leído sobre ellos.

-Haz hecho bien tu tarea. –su rostro no cambio, mantuvo esa sonrisa amable. –pero te equivocas no soy un vampiro, lo siento Ethan. –tal vez no sea bueno que alguien descubra que no es humano.

-De acuerdo, le creeré por ahora. –Dejaré el tema por hoy. Pero no me voy a rendir. Digo tal vez haya algún misterio por aquí.

- Ahora me toca a mí hacer una pregunta. ¿Por qué no tomas sangre humana? –directo al punto que no me gusta recordar.

-En mi infancia viví una escena desagradable, por eso decidí no lastimar a los humanos. Tampoco me gusta lastimar a los animales, pero necesito la sangre para sobrevivir. –cuento no muy alegre, esa dichosa escena me dejó tan marcado que es doloroso.

-Pero y ¿tu compañera? –es divertido como la conversación entre nosotros fluye tan bien, como si nos conociéramos hace mucho.

-No tengo, aún no ha llegado la indicada. –sonrío con melancolía.

- Pero todos deben tener un compañero cuando cumplen los dieciséis. –responde extrañado.

-Sí, sobre eso...digamos que he luchado para no conseguirla. Ninguna se acopla a mis gustos – o al menos eso pensaba, pero en Mitsuki hay algo que capto mi interés.

-Entonces debe ser difícil complacerte. –comenta con gracia. Sus palabras lograron sacarme una risa.

–No debe preocuparse. –niego levemente.

–Ethan ¿conoces a Dylan Lewis? –su rostro se volvió serio y en su voz logré notar el tono de molestia que le hizo formular esa pregunta.

–Es el Rey de la nación de La Serpiente, lo he visto solamente una vez en una fiesta, pero nunca he hablado con él ¿por qué? –sentí la notable curiosidad de saber por qué quería saber sobre ese hombre.

–Por nada, simple curiosidad. –Le restó importancia al asunto –Por cierto ¿Cuánto más falta? –cuestiona.

–Perdón, solo falta un poco más, pero puedo ir solo, no es necesario que me acompañe. –ya ha hecho suficiente por mí.

IN THE SHADOWSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora