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Eso me desconcertó un poco ¿Cómo sabía mi nombre? O ¿A caso era una mala broma? Si era así no caería esta vez.

¨Vamos inténtalo¨

¨ ¿Tratas de desafiarme? Apuesto que eres una pequeña niña de 11 años que no sabe en lo que se está metiendo. O por lo menos así actúas¨

¨ ¿Quién eres?¨

¨Me corrijo, una chica estúpida de 18 años. ¿Quién soy? Suelo ser la muerte del quién me busque¨

¨Ni siquiera sabes quién soy¨

¨Eres tan terca, iré ahora mismo donde te encuentras y te mataré si sigues aquí ¿De acuerdo? ¨

¨No te tengo miedo, aquí te espero¨

Después de este no recibí respuesta en lo absoluto de la persona tras la pantalla, sabía que tan solo parloteaba para tratar de asustarme y lograr que saliera de la página, claramente no funcionó.

Nadie me molestó en las últimas 2 horas, estaba relajada totalmente, sin miedo alguno. Ya empezaba a anochecer, tenía hambre y esta vez un par de galletas no serían suficientes. Pediría pizza pero el único problema es que no recordaba el número, así que baje hacia la cocina en busca del número de la pizzería.

En cuanto llegué las luces empezaron a parpadear por un momento, pensé que ya era hora de cambiarlas pero yo no me encargaría de eso. Seguí buscando entre los estantes algún papel con el número, pero no había nada. Cuando por fin lo encontré escuché que algo cayó, antes de subir de vuelta a mi habitación revisé que todo estuviera en orden y así era. Tal vez me estoy volviendo loca.

Por alguna razón mis manos se pusieron frías, lo más raro es que no hacía ni viento, sentí mi corazón acelerarse y por un segundo sentí unas nauseas incontrolables. Me detuve antes de subir las escaleras y respire un poco, cuando me sentí mejor por fin llegué hasta mi habitación, solo que no recordaba haber dejado la puerta abierta. Genial, ahora tengo pérdida de memoria y nerviosismo extremo.

Me detuve un segundo antes de entrar observando a mi alrededor,  todo mi cuarto estaba hecho un desastre mis libros, mi laptop ¡Todo tirado en el suelo! Deje de preocuparme de eso cuando sentí la respiración de alguien más en mi oído, gire lentamente mi cabeza hacia la derecha encontrándome cara a cara a con un chico vestido totalmente de negro mirándome sin expresión alguna, también pude notar un arma entre sus manos y un par de ojos color verdes que reflejaban mi destrucción

-Esto será rápido, no creo que duela tanto, hay cosas peores ¿Sabes?- dijo aquel chico, de los más tranquilo mientras se alejaba y acariciaba su arma-

-¿Cómo entraste y quién rayos eres?- mis dientes castañeaban, sudaba en frío pero tenía que tratar de mantener la calma-

-Te dije que te encontraría y que si no salías de esa página te mataría ¿Te suena?-

-Pensé que solo...-

-¿Qué solo era una tonta broma de algún niño estúpido?- rió con descaro- En la Deep web no hay bromas-

-En serio siento haberte molestado ¿Podríamos olvidar esto?- estaba muy nerviosa y sin saber que decir o hacer-

-Eres tan ingenua- luego de estas palabras me acorralo contra la pared y apunto con arma en mí frente, su mirada estaba fija en la mía- limpiaré luego.

-Yo... Haré lo que quieras, solo no hagas esto- 

-Convénceme, tienes un minuto-

-¿Qué es lo que quieres?-

-¿No se te ocurre nada? Qué pena-

-¿Por lo menos podría saber tu nombre?-

-Michael Clifford, bonita ¿Tus últimas palabras?-

Ambos nos mirábamos, él que estaba a punto de apretar el gatillo pero tan solo grito con frustración y se alejó de mí.

-Demonios...-



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