Part. 4

20 4 0
                                    

Y como era de esperarse... ¡ESTOY HACIENDO EL CASTIGO SOLA! ¡YO SOLA! ¿Dónde esta Ryck? ¿Qué se piensa EL? ¿Qué voy a cargar yo con todo el trabajo? Como me molesta que me quieran dejar a mí todo siempre, de pequeña también era la tonta que terminaba haciendo los trabajos grupales sola. Y me niego a que este me quiera tener por tonta.

El profesor de Edu. Fisica, llega al despacho en el cual me dejo recogiendo unos papeles, venía regañando a Ryck, que permanecía tranquilo aunque algo serio, en cuanto me vio, una sonrisa traviesa se asomo por su cara, sin mostrar los dientes, como siempre.

Yo mire a otro lado, su mirada es tan penetrante que me pone nerviosa, hasta sentí mis mejillas calientes.. este chico es increible, de verdad.

- Muy bien, Wein- dice mirando a su alrededor todos los papeles que recogí.

- ¿Puedo irme?- le pregunte optimista y poniendo voz de niña buena

- No bonita, por más carita y vocecita de angelito que pongas. - me dice mirándome burlón- ve al almacén y recoge las pelotas, las que estén desinfladas las llenas de aire, la bomba deberia estar ahi también. !Gracias DIOS por tanta ayuda que das¡

Nos fue explicando mientras íbamos de camino al pequeño almacén del instituto, allí estaban todo lo que se utiliza en esta, es algo agobiante, sobre todo porque no hay ventanas y se va a formar el gran mal olor aqui.

- Vuelvo en diez minutos para ver como van- dice y sale cerrando la puerta.

Dejándome sola con él. GRACIAS.

Ryck se apoya en una estantería de metal que se encuentra detrás de él y se queda mirándome todo el rato con la diversión marcada en la cara. Yo comienzo a recoger pelotas dándole la espalda intentando ocultar mi nerviosismo.

- ¿Qué pasa, pececito? ¿Te pongo nerviosa?- me pregunta acercándose, yo me dí la vuelta sobresaltada y me doy cuenta de la cercanía entre nosotros, mucha cercanía dijera yo.

- ¿Cómo me has llamado?- le pregunto a la defensiva, tratando de no tartamudear por los nervios.

- Pececito- dice riendo por mi expresión- pareces uno, que quieres que te diga- dice encogiéndose de hombros tranquilamente

- ¡Yo no me parezco a un pez!- grito molesta

- Calma, vamos, no te enojes- dice levantando las manos como rindiéndose

- ¿Qué es lo que tienes contra mi, eh?- le pregunto ya impaciente.

- ¿Yo? Nada. Tu ni me vas ni me vienes- dice con indiferencia- pero pareces un pececito, aveces que te quedas con la boca abierta en clase, distraida en saber que cosas pensarás o como en deporte, ¿te has visto después de correr? - dice y ríe- abres y cierras la boca como los peces. - dice e imita a los peces, o a mí, no lo tengo claro, miro a otro lado, intentando ocultar mi risa, por mucho que no queria, es gracioso.

- Así que te dedicas a observarme en clase- le digo para intentar ponerle nervioso, pero no lo consigo, más bien se relaja más, rayos.

- No te hagas ilusiones, pececito. Pero, a veces, resulta más interesante verte a ti que escuchar a los profesores.- dice el, con una sonrisa muy simpatica, esto es raro..

- Bueno... ¿seguimos?- digo repentinamente cambiando de tema y señalando las pelotas desinfladas del suelo

- Claro, sigue. - dice y se sienta en el suelo para verme.

Yo le miro enarcando una ceja, ¿eso iba en serio? ¿de verdad piensa que me voy a encargar yo sola de arreglar esto? Encima, que yo ni debería estar allí, ya que organice los papeles del despacho. Me cruzo de brazos y dejo de recoger pelotas.

- ¿Que te crees? El castigo es para los dos, puedes ayúdarme ¿sabes?

- Mmm... no me apetece, debería valerte un poco aqui con mi compañía.

-!WOW SI¡, gran compañía- digo con sarcasmo

Ryck se levanta de pronto del suelo, acercándose peligrosamente a mi, yo por mi propio bien doy un paso atrás y le miro algo temorosa. ¡Si soy boca abierta ¿Quién me manda a meterme con él? Estamos solos aquí y sonríe con malicia y diversión, como si estuviera planeando algo travieso. Ahora me dará un golpe que me mandará a la China.

Pero no. Me besa. ¡ME BESA!. M-E B-E-S-A...

Y lo hace de una forma que me deja pasmada, sin habla, ¿Cómo hablar con su lengua metida en mi boca? Estoy tan sorprendida que no hago nada, debería separarle de mí pero no reacciono y él me agarra de la cintura acercándome a él, siento como hace un pequeño tour por mi boca y entonces me relajo y sin quererlo (¡Santas hormonas!) comienzo a disfrutar del beso. Y dejo que nuestras lenguas jugueteen en una danza perfecta. ¡CHANFLES¡ , si que lo es.

Si que sabe besar el niño. Siento que me voy a derretir en sus brazos. Permanezco con los ojos abiertos y un gemido inoportuno sale de mi boca, Ryck abre los ojos y me mira, siento que sonríe por la forma que adoptan sus labios y se separa de mí, no sin antes morderme el labio inferior, reprimo las ganas de volver a gemir en su boca. Que verguenza la mia, dios mios..

- Y hay estas de nuevo, con tu boquita como un pececito abierta.- dice y ríe intensamente

Yo me quedo callada, no se que decir, Ryck me da la espalda y comienza a inflar las pelotas como si nada hubiera ocurrido. Yo decido hacer lo mismo, no quiero que piense que me émbobo como estúpida por su beso. Aunque creo que es algo penoso.

Pasa la media hora de recreo, en la que ninguno de los dos hablamos, cada uno por su lado en el almacén, siento su mirada de vez en cuando encima de mi pero intento no ponerme nerviosa y actuar como si nada. ¿Qué habrá significado ese beso? ¿debería preguntarle?, no creo que le haya significado algo, o sea Ryck Johnson, a el que le va a importar. Creo..

- Vayan muchachos a su clase- nos grita el profesor desde la puerta. madre susto que me dio.

Ryck es el primero en salir, pero ve a saber porque salí corriendo detrás de él y me enganche a su brazo, el se detiene y me mira como si estuviese mal de cabeza, como preguntándome
"¿Qué haces, niña?".

- Ryck yo...

- ¿Qué pasa pececito? ¿quieres saber que significó ese beso?- Me pregunta con indiferencia, y ahora este es adivino, me entero..

- Bueno es que... me sorprendió y... no se pues.-le digo encogiéndome de hombros nerviosa

- Ay pececito, ¿es que nunca te han besado sin un porque detrás?- pregunta el con algo de gracia

- ¿Cómo?- le pregunto sin entenderlo del todo, ¿me esta diciendo que ese beso no ha tenido ningún significado?

- Oh pececito, que ingenua eres- dice riendo y se va.

Y aquí me quedo yo con cara de conmocion. Vaya golpe. ¿me estaba comenzando a hacer ilusiones por aquel beso o qué? Porque me ha sentado muy mal saber que para él fue un momento de diversión para después reírse de mí. Si es que lo dicho: soy patética, y bastante que lo soy.

.

.

.

.

.

.

.

seguida ---

The Shark & The Little Fish Donde viven las historias. Descúbrelo ahora