*Elizabeth en multimedia*
Está es mi tercera noche en este extraño castillo después de ser secuestrada por un grupo de vampiros, al parecer Rasiel su líder planeaba usarme como sebo para atrapar a mi padre.
Pero en lo que "el pez muerde el anzuelo " (sus palabras exactas) yo tengo que cenar cada noche con el, aguantando que me coma con la mirada, en definitiva nunca entenderé a los vampiros.
-Está noche estas realmente hermosa querida princesa Elizabeth - me dijo desde el otro lado de la mesa mientras en una de sus manos jugaba con una copa llena de algo que espero sea vino y no algo más.
-Y usted está tan molesto como siempre señor Rasiel - le respondí cortante.
-Siempre tan arisca querida- Me respondió sonriente.
-Qué puedo decir, es parte de mi personalidad señor Rasiel - le respondí sarcasticamente.
-Eres tan graciosa mi querida princesa, tan bella como una flor exótica que se niega a marchitarse incluso en invierno - dijo caminando hacia mi mientras me recorría con su mirada lasciva.
-lastima que tan bella criatura este rodeada de esos perros sarnosos - dijo acariciando levemente mi mejilla.
-No olvide señor que yo también soy uno de "esos perros sarnosos" - escupi las palabras mientras le miraba fijamente.
-Tienes razón, es una verdadera lástima - dijo mientras daba vueltas lentamente a mi alrededor.
-Tiene algo mas que tratar conmigo señor Rasiel o ya puedo pasar a retirarme a mi habitación? - le pregunte intentando ocultar mi furia.
-Nada mas mi hermosa florecilla- me sonrió antes de que un vampiro apareciera en la puerta esperando para escoltarme a mi habitación.
-Qué le aproveche la noche señor - le dije mientras veía centellear de furia sus ojos antes de que el otro Vampiro me llevará lejos de el comedor y mi vampiresco anfitrión.
Una vez el Vampiro que me escoltaba me dejo en mi habitación me senté en la cama y me puse a pensar en mi padre y mi gente, solo esperaba poder regresar pronto y que nada malo le pasará a la gente del reino, ni a mi padre.