Monstruo.

Experimento // punto de vista [VEGETA]

—¿Estas segura de que con esto seré más fuerte que Kakaroto? —interrogó por milésima vez el saiyajin, que no confiaba del todo en su esposa—.

—¡Ya te dije que sí! —respondió la mujer un poco irritada— he estado estudiando la composición del ADN de los saiyajin y con sólo alterarlo levemente podré hacerte mucho más fuerte que nunca, es imposible que fallé.

—Más vale que sea tal y como lo dices, mujer.

Bulma movió algunos interruptores, presionó unos botones y obligó a su esposo a colocarse dentro de la máquina de paredes transparentes. Una vez dentro selló la puerta desde fuera para evitar que pudiese salir sin que ella lo consintiese.

—Serán 5 niveles, cada uno hará un cambio diferente en la estructura de tu ADN, no estoy segura de si dolerá, probablemente sí —habló por el micrófono que estaba inalámbricamente conectado hacia las bocinas de la máquina—.

—Eso es lo de menos, sólo empieza de una vez para que pueda pelear contra el inútil de Kakaroto —ordenó el príncipe—.

—Nivel uno —dijo y bajo la primera palanca—.

Rayos azules comenzaron a surgir de las paredes de la máquina, impactando contra el fuerte cuerpo de Vegeta, este apenas sintió un cosquilleo.

—Nivel dos —los rayos cambiaron a un color verde esmeralda, estos además de cambiar su apariencia también cambiaron su efecto sobre el cuerpo del individuo que comenzó a sentir un hormigueo por todo su ser—.

—Nivel tres —esta vez fueron rayos color amarillo. Algo de dolor comenzó a surgir desde dentro de Vegeta, era como si por dentro se quemase, observo si su cuerpo tuvo algún cambio—.

Sus manos comenzaron a engrandecerse al igual que el resto de su cuerpo haciéndolo verse más musculoso que de costumbre, no estaba seguro si realmente estuviese cambiando de color o sólo sería debido al color del rayo, pero comenzaba a verse azul.

—Nivel cuatro —color naranja emanaba de aquellos rayos que fuertemente lastimaban el cuerpo del saiyajin, el cual golpeaba las paredes para intentar liberarse—.

—¡Sacame de aquí! —ordenó molesto—.

Sin darse cuenta un brazo metálico lo sujeto, él hombre estaba demasiado adolorido como para zafarse.

—Morado... Me estoy volviendo morado —pensó asustado—.

—Ay, Vegeta —habló Bulma por el micrófono— te advertí que podría doler, no sé porque ahora te pones así, ¿qué acaso no querías ser más fuerte que Goku?

—Yo mismo puedo hacerme más fuerte sin necesidad de usar tus estúpidas máquinas, así que sacame de aquí ahora mismo o lo pagarás muy caro —amenazó con sus ojos volviéndose completamente rojos, como si fuese un enorme iris—.

—Lo siento pero no puedo hacerlo, estamos por terminar un experimento que podría ser crucial para mi carrera y como somos esposos debemos apoyarnos en todo —Vegeta la miró incrédulo— yo te he apoyado a ti en tu entrenamiento por lo que no tienes opción más que soportar un nivel más.

Un sudor frío pasaba por el cuerpo del saiyajin, sabía que ella no bromeaba.

—Nivel cinco —pronunció con algo de malicia y diversión, justo antes de escuchar como la máquina se apagaba— ¿qué rayos? —se quejó—.

Vegeta pudo respirar por unos segundos antes de presenciar la gran explosión.