Las 4.00 de la madrugada cuando seguía despierta por depresión. Millones de pensamientos por mi mente; mis padres desaparecidos, mi hermano pequeño con ellos, mi mejor amiga a la que no le he contestado varios mensajes a lo largo de la semana, mi antisocial personalidad que nunca quiere salir de casa ni siquiera para comprar cigarros ya.
¿Por qué te tratas así?Palabras de Raian en mi mente. Momentos donde lágrimas y recuerdos salieron de nosotros al mismo tiempo, compartiendo momentos de nuestras duras vidas. La mía fue un poco peor que la de él, pero ambos tenemos cosas en común. Los padres de Raian lo abandonaron en su casa cuando tenía 10 años de edad. Es hijo único así que no tuvo problemas con hermanos/as. También le pegaban por idioteces y su padre era alcohólico. Su madre no paraba de fumar las 24 hs. Sus trabajos eran desconocidos pero sin embargo la madre pasaba la mayor parte del tiempo encasa. Y lo más hijo de puta que he oído sobre ellos, fue que su padre siempre que volvía alcohólico por la noche de quién sabe dónde tenía sus manos ensangrentadas y un cuchillo en su mochila. Raian lo vio una noche que no podía dormir. Su madre ya estaba dormida cuando regresó su padre pero no le extrañaría que lo sepa. Mi padre era un asesino, Júpiter. No sabes lo duro que fue para mí saber eso... Si lo llevaban preso, seguramente la llevarían a mi madre por consumo de drogas y a mí me buscarían una nueva familia o dejarme en un orfanato. Y yo ya no podía, ¿sabes? No podía seguir así; ni siquiera quería una familia.
Recuerdo la conversación que tuve con él aquí. En mi habitación. En esta cama. Acostados uno al lado del otro observando el sucio techo de mi cuarto.Debo admitir que cuando hablaba con Raian obviamente me he saltado muchas partes de mi vida, al igual que él habrá hecho, seguro. Nos trasmitimos mucha confianza y no sé cómo ni por qué. Pero siento que de alguna manera no me había mentido cuando me dijo que me quería. La pregunta es, ¿Por qué me quiere si apenas me conoce?
Mi móvil vibra un par de veces a las 04.30 AM y el nombre de Raian figura en mi pantalla. Abro el mensaje y me quedo algo paralizada al leer que estaba a una cuadra de mi casa.
Sin contestar salto de mi cama y me pongo algo de ropa decente. Lo primero que encuentro son unos jeans color negro ajustados y una remera larga pero de mangas cortas color blanca y con símbolos egipcios de adorno. Unos nudillos llaman a la puerta y bajo a abrir. Mi buen humor se cae por debajo de la tierra cuando veo a Raian con los ojos completamente rojos e hinchados en frente de los míos. Nuestras miradas se quedan intactas durante unos segundos hasta que da un paso hacia mí y me besa.Me congelo en el movimiento y no sé qué hacer. Ni siquiera aflojo mis labios para seguir su corriente, ni siquiera un respiro, ni siquiera un pestañeo ni un pensamiento. Raian estaba besándome. Alguien me estaba besando. Luego de un minuto de nada mi conciencia vuelve en sí y piensa en los ojos rojos que había visto al abrir la puerta. Lo aparto de un empujón casi sacándolo de la casa de nuevo. Su rostro se notaba confuso por un segundo pero luego se volvió a lanada misma, no expresaba ninguna emoción.
–¿Quieres decirme qué haces aquí a las 04.30 de la mañana? –quería sonar enojada por lo que acaba de hacer sin siquiera decirme algo, pero por un segundo me hubiera gustado que fuera real. Me hubiera gustado que Raian no estuviera drogado a estas horas, que estuviera besándome por encima de todo y que fuera real.
Me sorprendo de mis pensamientos y sigo esperando alguna respuesta, pero solo recibo una baja mirada. Suspiro y hago que entre. Subo las escaleras con él detrás mío.
Al llegar a mi habitación rompe el silencio:
–Júpiter.—me vuelvo para mirarlo y veo la misma mirada roja que cuando le abrí la puerta. Le regalo una mirada de respuesta para que siga hablando. Nuevamente, se acerca a mí. Mis brazos cruzados se sueltan a medida que está cada vez más cerca hasta que nuestros labios se tocan de nuevo y sus brazos rodean mi cintura echándome hacia atrás,sosteniéndome en su cuello. Esta vez mis labios ya conseguían darle una respuesta, al igual que mis ojos cerrados. Caminamos sin apartarnos hasta mi cama haciendo que Raian esté encima mío y nuestras miradas se encuentren de nuevo. La luz de la luna iluminaba el lugar a través de mi ventana haciendo la situación más agradable.
« Eres hermosa Júpiter.»
Me levanto de un golpe.
Un sueño, era un sueño.
Mis manos pasan por mi cara para poder despertarme y sacar mis pensamientos de lo que acaba de ocurrir.
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RandomNo soy mucho de publicar mis historias; esta es una de las primeras en la que de verdad me he "esforzado" escribiendo y descargando todas mis emociones en las palabras. Puede que haya errores, no soy de corregir lo que escribo, me gusta más escribir...