4. "El viejo del bastón"

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Se que el camino es largo. Y también se que antes he fallado en no pasar de largo la peli porno, pero ahora no haré estas locuras. Pienso seguir andando hacia adelante sin tener que sufrir más, y si no es así tendré que entrar en acción.

"Geriátrico: 100m."

El cartel me ha dado escalofríos. Os voy a ser muy sincera, a mi los sitios donde meten abuelos y abuelas cuando una persona ya no puede ocuparse de el o ella me da repelús. Los abuelos son buena gente, pero cuando ves como la enfermera lo saca en la silla de ruedas que parece que se va a morir pienso: "¿Estará deseando morir?" Parece muy burro y basto o que digo, pero todos lo hemos pensado alguna vez.
Total, que los geriátricos no me molan. Porque si no hay abuelos apunto de palmarla hay viejos verdes.

Y ahora me toca pasar frente a ese edificio que huele a carcoma, el olor que se respira antes de morir.
Acelero los pasos e intento no respirar ese aire, mi mente se retuerce muchas veces. Paso por la entrada sin ningún problema. Ya estoy casi al final del edificio. Y consigo pasarlo sin problema.

-¡Bien!- salto de alegría.

-¿Que pasa moza? ¿Por que te alegras?- dice un viejo que viene de frente con el bastón en la mano.

-¿Eh? A pues... Porque... Esto... ¡Tengo prisa!- no le contesto a la pregunta y sigo adelante, pero ahora me tengo que cruzar con él.

-¿A dónde vas?- a puesto el brazo para que no pueda pasar y me va a interrogar.

-Oiga viejo, le ruego que me deje en paz si no quiere tener problemas. Además a su edad no le convienen estas cosas- le digo sin escrúpulos para quitarmelo ya de en medio.

-Te equivocas moza. A mi edad es esto lo que me entretiene, independientemente de lo que me pase. Me da igual morir en la pelea.

-¿Que pelea?- el abuelo pone su bastón en modo de espada y atrocia los huesos para ponerse en una postura de ataque -oye, creo que te estas equivocando viejete, yo no voy a pegar a un carcamal como tú.

-Pues no me pegues. Pero tendrás que defenderte. Así que tú veras -me dice seriamente. Y a continuación empieza a gritar -¡haaaaa!

-¡No te acerques donde mi! ¡Aléjate! ¡Que no te acerques! -me da con el bastón en toda la cabeza y noto como na sangre empieza a caer por mi pelo. -Acabas de enfurecer a la persona equivocada- le digo muy mosqueada -¡toma golpe, viejo!- le suelto un guantazo en la cara y cae al suelo sin poder sostenerse de pie sin el bastón apollado.

Le miro con rabia de haberme golpeado, pero a la vez me ha dado pena cuando ha caído. Ahora no voy a hacer nada, seguiré caminando y así me olvido de lo pasado.

-Por favor. Mátame ya. No quiero seguir viviendo -me dice medio llorando desde el suelo.

-Lo siento, pero eso lo decidirá tu Señor. Si no, ¿para que tienes esa cruz de colgante?- le señaló a su collar.

-Dios es un imbécil. El día que me lo encuentre en el cielo lo mataré- me dice enfurecido.

-Pero ese día no es hoy- me doy la vuelta y sigo rumbo hacia los estudios de la televisión. Ese abuelo es muy grande.

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2016 ⏰

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