Corriendo hacia la puerta, todos me veían, pero ninguno hablaba. Al salir noté que Teto iba en camino igualmente y solo la seguí.
Al llegar, en la entrada estaban casi todos tapando la vista. Seguramente rodeaban a Miku, ya que se escuchaba su voz. Solo con ese último hecho, me sentí más tranquila. Cuando comencé a notar las palabras y frases que iba diciendo, comprendí que no salió del todo bien:
- Si la encuentran no deben dudarlo. Se ha convertido en un virus muy poderoso y debe ser eliminado lo más rápido posible -iba diciendo. Su tono era muy potente, aunque le quedaban algunos jadeos del susto.
Acelerada, salté un par de veces para intentar ver, pero resultó erróneo. Fue más sencillo pedir permiso para atravesar a la multitud, mientras que de un momento a otro, conseguí estar en frente de ella.
- ¿Qué fue lo que pasó? -pregunté.
Estaba sentada en el piso, aferrándose a Kaito a su izquierda, y a su derecha Meiko. Al verme se levantó, aunque su respuesta no era lo que esperaba. Era más baja que todos aquí, pero su presencia, tonalidad y sobre todo, su firme mirada nos convertía de inmediato en inferiores.
- Todo es tu culpa -respondió.
- Yo solo quise...
-¡Tú provocaste esto! -me interrumpió fuertemente, intimidándome- Desde ahora, todo contacto entre Vocaloid hacia algún Utau, Fanloid o Voyakiloid estará prohibido.
Miraba a todos fijamente, al final, me dio una fugaz vistazo y caminó a su habitación, ignorando lo que sucediese atrás. Habían empezado a murmurar entre sí, asombrados por aquel acto.
- Mejor coge tu botella y vete -me dijo fríamente, sin dar la vuelta.
Obedecí. Sentí que me estaban observando pero no quise comprobarlo. Con la mirada en el piso, salí del lugar y corrí hasta nuestro edificio.
Estando allí, entré a mi habitación y cerré la puerta con fuerza. Esto era muy extraño, nunca la había visto actuar así. Debe ser todo mi culpa. Ahora nadie podrá hablar con nosotros, ¿Por qué?, si Zatsune es solo una Voyakiloid, no todos somos igual.
- Haku, ¿Podemos hablar? -dijo una voz detrás de la puerta.
Sabía quién era, y aunque no tenía ganas de hablar con ella, la abrí igual. Creí que la peli-fucsia estaría enojada, pero me equivoqué. Entró lentamente y se sentó en la cama, mientras que yo cerraba la puerta.
- Es difícil darle la noticia a todos -continuó, apenada.
- Yo... -quise decir, pero fui interrumpida.
- No es tu culpa, ella solo está alterada. Sé que pronto cambiará de opinión al respecto.
- ¿Y si no lo hace? -conseguí decir con un nudo en la garganta.
Su expresión cambió a peor y me senté junto a ella para poder escucharla mejor.
- Sería difícil. Evitar el contacto se le hace muy complicado a Neru. Pero también quiere que eliminemos al virus, ¿Cómo le explicas eso Kaai Yuki?, o Momo, que ella nunca haría algo así. Lo más probable es que ninguno de nosotros pueda ante ella, siendo ella quien nos elimine.
Me asusté con ese último comentario. Muchas dudas invadieron mi cabeza, tenía que saber.
- ¿Cómo es que no ha eliminado a Miku entonces?
- Ella es mejor que todos aquí, por eso es tan importante.
- ¿Qué es lo que la hace tan importante?
- ¿No te cansas de preguntar? -me preguntó y negué con la cabeza simplemente. Ella se resignó y continuó- ¿Cuándo llegaste, quién te dijo tu nombre?
- Fue una voz dentro de mi cabeza, creo. Nadie me lo dijo -respondí insegura.
- Eso es. Ella puede escuchar a todos cuando llegan, y en algunos casos, alguna descripción para estar más segura. Cuando llegó Zatsune, ella no lo escuchó.
Me sorprendí, no sabía eso. Luego recordé varias ocasiones en las que ella se encargó de algo, o podía hacer algo, que nadie había podido hacer.
-¿Cómo con los datos?
Ella asintió y me seguía sorprendiendo.
- Antes de irse -comencé a comentar- ella me permitió entrar en su mente para ver algo.
- Eso no lo sabía -complementó- de todos modos, cuando descubre algo, no suele publicarlo. Zatsune se aprovecha de ello, por eso la consideramos un virus.
Hubo un silencio, pero no incómodo, solo que intranquilo.
- Creo que es hora de dormir -dijo.
Asentí y ella se fue. Me acosté simplemente y quedé pensando. ¿Cambiará realmente de opinión?
Teto seguramente tiene razón, mañana estará más aliviada y cambiará de opinión al respecto. A medida que avanzaban las ideas y preguntas, comencé a entrar en sueño hasta quedar completamente dormida.
