Lo sentí, otra vez.
Es una cosa rara que siento por dentro cada vez que llega alguien nuevo. No puedo explicarlo, es demasiado raro.
Es único, solo yo puedo apreciarlo, nadie más.
Coloqué mis manos en los audífonos sobre mis oídos para poder escuchar la voz.
Nada.
Fui corriendo a mi habitación, abrí la ventana y miré al horizonte. Devolví las manos a mis audífonos, los cuales esta vez sonaron:
~ Anon y Kanon ~
~ Vocaloids ~
~ Son Gemelas ~
Me sorprendió sus nombres. Tengo que conocerlas.
Entonces recordé a la última Voyakiloid llegada: Yowane Haku.
Venía de mí, específicamente, de una mala parte.
Pero no puedo. No me puedo presentar de esta manera. Nadie me creerá. Será inútil, incluso me podrían atrapar.
Sé quién es esa voz, la que siempre me habla, sé que fue la que me escogió para ser la líder, aunque en este momento ya no lo sea.
Comencé a correr a la casa de los Vocaloids, sigilosamente, sin que nadie me viera. Mi casa nadie sabe dónde se encuentra, está muy lejos, como "escondida". Si alguien me encontrara podría terminar en serios problemas, pero prefiero arriesgarme en ir a ver. Eso es porque me buscan, si llegara a dar mis razones de que soy inocente, nadie me creería, ya que ella manda.
Al llegar me paré detrás de la ventana que dirige al pasillo. Nadie me veía. Ahí estaban todos rodeando la alfombra de espaldas, pero me tapaban un poco. Solo pude distinguir a Rin y Len susurrando entre ellos. Tal vez ellas no lo notaban, pero les podía escuchar todo:
- Aun no entiendo por qué Miku es la líder -dijo la rubia.
- Yo tampoco -le respondió el otro- ella literalmente no hace nada.
- Nosotros le hacemos todo -prosiguió tristemente.
- Yo creo, que si perdió su poder escuchar voces debe ser porque ya no es la indicada.
Se me partió el corazón, aunque estén equivocadas, no puedo decir nada.
Me enfurece demasiado, pero también me deprime. Incluso, al mismo tiempo me asusta.
Se abrió la puerta y todos miraron, entraron dos chicas de cabellos y ojos dorados. Llevaban una falda amarilla y unas blusas extrañas, abiertas por los hombros. La de pelo corto tenía su blusa blanca y la de pelo tomado en una coleta, de largo hasta su cintura tenía la blusa negra.
Comenzaron a caminar por la alfombra mirando a todos lados, hasta que se detuvieron al final, frente a otra.
- Yo soy Anon.
- Y yo Kanon -dijeron seguras en sí mismas.
-Hola, yo soy Hatsune Miku -le respondió la otra- ¿Nos pueden dejar solas? Que solo se quede Oliver vigilando.
No quise ver más, me fui corriendo del lugar a mi casa.
No me importó que alguien me viera, de todos modos, nadie lo hizo.
Al llegar me senté en mi sillón, agaché mi cabeza y la sujeté con mis manos.
Recordé que cuando llegué y todos me aceptaron más amigablemente. Yo seguí ese ejemplo, pero al parecer ella no.
Ya no existe la confianza, al parecer.
Extraño el ritual. Extraño conocer a los nuevos. Extraño ser uno de ellos.
El pensarlo me provocó soltar lágrimas.
Me levanté limpiando mis lágrimas tomando una decisión.
Debo recuperar mi puesto, de no hacerlo, la otra sería cambiada como líder.
Es arriesgado, tal vez demasiado, pero no hay alternativa.
Solo tengo que acercarme a ella. Haku.
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Hola!!!! espero que les guste esta historia, la he pensado mucho y me esforcé bastante para poder escribirla.
¿Qué parejas les gustan? aquí quería incluir un poco de LenxNeru, pero si comentan creo que podría incluirlas.