Las noches de borrachera con tu mejor amiga en las que intentas olvidar todos tus problemas, en realidad, te acaban dando fuertes dolores de cabeza al día siguiente. Me he despertado llorando. Mi almohada da pena, está manchada de maquillaje, por lo que deduzco que mi cara en este momento da auténtica pena.
¿Soñar con Hugo? ¿Soñar con tu ex? ¿Soñar con... con quién? ¿Quién es Hugo? ¿El amor de tu vida, que después de tanto tiempo, no olvidas aunque te esté matando? Me vuelvo a acostar en la cama, y me tapo la cabeza con la almohada, y continuo llorando. Creo que ya está bien de fingir conmigo misma, no puedo tener un presente si mi pasado aún tiene cuentas pendientes en las que Hugo siempre va a estar presente. Le necesito, no puedo negarlo. Y lo único que me gustaría, es que él me siga necesitando, sí, lo sé, suena egoísta como y cuando yo le dejé. Pero a veces por muy irónico que sea, que dos personas se quieran demasiado, hace daño. Me siento culpable. Las cosas quizás hubiesen cambiado si le hubiese dejado demostrarme que todo iba a ir bien. Pero no lo hice. No sé por qué no lo hice. No sé por qué no le dejé demostrarme que si estábamos juntos íbamos a poder con todo y todos, que si estábamos juntos... todo lo imposible se convertiría en tan solo algo un poco más difícil. Fui cobarde. No quería hacerle daño. No quería hacerme daño, pero le quería tanto, que me daba miedo. Y ahora, aún tengo más miedo, porque creo que lo he perdido, para siempre.
Ainoa está en mi sofá quejándose de que le duele la cabeza.
- Maldita resaca, no vuelvo a beber, y esta vez va en serio - y yo me río, sabiendo que no va a cumplirlo.
Son las 4 de la tarde, y tenemos la televisión encendida, están dando las noticias y aunque a ninguna nos interesa mucho lo que están diciendo, no cambiamos por la vagancia que nos provocaría buscar el mando a distancia. Veo como Ainoa está concentrada en la pantalla de su smartphone, contestando a los últimos mensajes. De repente me acuerdo de mi sueño de esta noche. Me moriría de vergüenza si llegase a llamar a Hugo borracha, seguramente para decirle que le echo de menos. No le he contado el sueño a Ainoa, que al contrario, sí que me ha confesado que echa de menos a Lucas. Supongo que la etapa de "voy a vengarme de mi ex", ya se le ha pasado, y sin duda, ahora viene lo peor, y si no, que me lo digan a mí, que debo vivir en esta etapa constantemente.
Cojo mi iPhone y me dedico a cotillear fotos de instagram. A paso que las voy viendo y en algunas comentando, me doy cuenta de que el curso cada vez pasa más rápido y cada vez los exámenes están más cerca. Aparece una foto de Jorge, y me quedo mirando fijamente sus ojos miel. He sido demasiado dura, y demasiado confusa. Jorge es un chico estupendo, y no me merece. No merece que le hagan sufrir. No me gustaría perderle por haber hecho las cosas de manera inadecuada. Soy un desastre. Y otro desastre aparece en la siguiente foto. Mi desastre. Hugo. Una lágrima se me escapa resbalando por mi mejilla. Intento controlarme, pero no soy capaz cuando leo uno de los comentarios: "Te he visto hace un rato y ya te echo de menos, cielo."
Ainoa me mira, sobresaltada. Yo nunca lloro. Bueno, miento, pero pocas veces, al menos delante de nadie, incluso delante de ella, que es mi mejor amiga. Noto como mis lágrimas forman un mar alrededor. Noto su sabor salado en la boca. Noto como empiezo a ahogarme, porque el airme me falta. Me tapo la cara con las manos. Fui una cobarde. Lo he perdido. Ainoa no sabe qué hacer. No me ha hecho falta hablar. Ha visto mi móvil. Sigo sin poder respirar bien. No consigo hablar, las palabras se me traban en la garganta y me atraganto con cada una de las letras que forman su nombre. He perdido al amor de mi vida. Por miedo. Me falta el aire, cada vez más. Porque soy una cobarde. Ainoa me suplica que me calme. Yo no puedo hacer nada más que taparme la cara mientras repito su nombre una y otra vez, mientras noto como mi mejor amiga me abraza.Después de una hora, logro calmarme un poco, y avergonzada miro a Ainoa, quien después de verme así, ha acabado llorando también. Le pido perdón, y me abraza.
- Lola, tienes que volver a por Hugo. No dejes que te lo quiten. Ese chico es tuyo. No puedes dejarlo ir. Por favor. - y yo me derrumbo de nuevo entre lágrimas.
Fui una cobarde. No voy a permitir que me lo quiten. Es mío.
- Nadie dijo que fuera fácil.
![](https://img.wattpad.com/cover/35755649-288-k566913.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Nadie dijo que fuera fácil
RomanceNadie dijo que fuera fácil, nadie dijo que la vida nos iba a brindar fácilmente todas y cada una de las cosas que deseamos. Pero si deseas algo, ve tras él, no lo dejes ir, merece la pena tener quien se castigaría a pena de muerte solo por verte son...