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¿Qué hacía Camila aquí?, se preguntaba, cuando había llegado y porque ni siquiera había tenido la consideración de avisarle, es más, ¿Qué hacía conversando animadamente con esa rubia tan cerca de su rostro?, miles de preguntas pasaban por su cabeza, pero ninguna tenia respuesta.

Camila había ignorado tanto sus llamadas, como sus mensajes durante dos semanas y ahora se aparecía como si nada en Santa Mónica, paseándose con una extraña y de manera muy cariñosa, se sentía la mujer más idiota del mundo, había llegado a pensar que algo le había ocurrido, pero claramente se había equivocado,

L: Que idiota que soy... - negaba visiblemente decepcionada y se alejaba sin que Camila se percatara que se encontraba en el lugar.

Caminaba sin rumbo, necesitaba aclararse y pensar, hace más de seis meses que Camila había partido hacia a Australia y había ganado el campeonato mundial, pero por asuntos trabajo, sus patrocinadores habían decidido, que lo mejor era que se quedara un poco más en Australia, al principio sintió mucha tristeza, pero después entendió que era importante para Camila.

Durante esos meses habían compartido, llamadas, mensajes y video llamadas por Skype, habían hecho todo lo posible por mantenerse en contacto y de esa manera sentirse más cerca, pero desde hace un mes que la morena estaba rara, hablaban poco y esta dos últimas semanas había pasado de ella por completo.

Sus ojos se llenaban de lágrimas, de solo pensar que la morena ya la había olvidado y ya tendría un nuevo amor, quizás se trataba de la rubia con la que la había visto y eso le partía el corazón, porque ella seguía amándola como desde el primer día. Intento ser fuerte pero le era imposible, su corazón estaba herido y todo era culpa de Camila Cabello, se limpió las lágrimas bruscamente y juro no llorar, nadie vería a Lauren Jauregui llorar.

Media hora después...

Caminaba a paso firme hasta la casa que hasta seis meses, estaba llena y ahora estaba completamente vacía, Dinah, Ally, Noah y Laura estaban en Australia, al igual que Harry y Louis, Lynn pasaba en Los Ángeles atendiendo sus negocios, así que solo contaba con sus padres y hermano, así que sentía un poco sola, su sorpresa fue grande cuando vio la puerta abierta ¿Camila estaría allí?, fue lo primero que pensó, pero se equivocó apenas vio salir a Ally corriendo hacia ella.

A: ¡Lauren! - sintió los brazos de su amiga rodearla cariñosamente y no pudo evitar sonreír, Camila no había llegado sola, su sonrisa fue mayor cuando vio a Louis, Harry, Noah y Laura, pero a ella no la veía por ningún lado, saludo a uno por uno, estaba feliz de tenerlos en casa después de no de verlos durante seis meses.

D: Vaya, estos meses te han sentado fenomenal, estas muy guapa... - miraba de arriba abajo a Lauren, que no podía evitar sorprenderse un poco, Ally era la que siempre coqueteaba, Dinah en cambio siempre la molestaba.

No: ¡Ey! deja de coquetear con mujeres -abrazaba a Dinah por los hombros y la miraba haciéndose el ofendido.

D: Solo tengo ojos para ti mi amor - besaba la mejilla de Noah y el chico se sonrojaba, hace unos meses los dos se habían declarado y se estaban dando una oportunidad, Lauren estaba feliz, pero algo le faltaba, mas bien alguien, alguien que en ese preciso momento entraba por la puerta con la mejor de las sonrisa, sonrisa que estaba dedicada a ella, pero que no tenia ninguna gana de corresponder.

L: Seguro tienen hambre, iré a la cocina a preparar algo - Dinah y Noah se miraron confundidos

H: Creo que se te hará difícil explicarle a Camila lo que ha pasado... - le susurraba a la morena menor, que miraba fijamente la puerta de la cocina por donde había entrado Lauren, las dos se habían dado cuenta de la actitud de Lauren y no era para menos.

Give me LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora