Capitulo 2

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Camila Cabello caminaba distraída por los pasillos de su casa, bostezaba y se restregaba los ojos, llevaba días sin poder dormir bien, lo cual ya le estaba pasando factura, todo iba a bien hasta que "sin querer" tropezó con alguien y callo de rodillas al piso.

-¿Estás bien? - Escucho como alguien le preguntaba, la morena subió un poco su mirada y vio frente a ella unas piernas blancas muy bien dotadas, supuso que era una mujer - ¿Estás bien? - escucho como nuevamente le preguntaban, finalmente subió su mirada más arriba y se encontró con un par de ojos mirándola de manera preocupada, no pudo evitar fruncir el ceño, no conocía a dicha mujer, se paró como pudo para quedar frente a la desconocida.

C: ¿Quién eres tú? - le pregunto confundida.

- ¿Estás bien? - le volvió a preguntar obviando la pregunta de la morena.

C: No te interesa - se cruzó de brazos - Responde ¿Quién eres? - la miraba detenidamente y no podía evitar pensar que la mujer era hermosa.

-Soy...

-Veo que ya se conocieron - escucharon como alguien salía por una de las puertas de las habitaciones, las dos giraron sus rostros para ver a Alejandro Cabello acercándoseles.

-Si... - la mujer mostro su perfecta sonrisa según la morena que ya estaba fastidiada.

C: No estoy tan segura, no sé quién es, ni que hace aquí...

-Pues no te desesperes hija - llegaba a la altura de la dos, pasaba uno de sus brazos por la cintura de la desconocida y la morena se mosqueo más - Ella es Lynn James, mi novia - le dio un beso en la mejilla y a la morena estuvo a punto de caérsele la mandíbula al piso.

C: ¿Qué? - sus ojos estaban abiertos como platos.

Ly: Un placer conocerte - le estiraba su mano derecha - Alejandro me hablado mucho de ti - la morena oscilaba su mirada entre su padre, la mano de la novia de su padre y el rostro de la misma, ¿Era una broma de mal gusto? Se preguntaba, tenía que ser así.

Silencio... un incómodo silencio era lo único que había en la mesa de los Cabello, ya habían pasado algunas horas desde la presentación de la morena con la novia de su padre y las cosas no habían ido del todo bien, mas bien, no como Alejandro había esperado.

Harry Cabello oscilaba su mirada entre su padre, "su madrastra" y su hermana quien estaba con la mirada fija en su plato, como si fuera la cosa más interesante del mundo.

-¿Cómo te fue en New York? - Alejandro Cabello fue el encargado de romper el silencio, la pregunta fue directamente a su hija menor, que enseguida lo miro como si tuviera una bandeja con animales en la cabeza.

C: ¿Te interesa? - le pregunto en un tono sarcástico que solo Harry pudo percibir.

-Claro... eres mi hija - miro a su otro hijo que solo se encogía de hombros, mientras que Lynn sentía que estaba sobrando en esa mesa.

C: Pues todo bien, Sinuhe se portó igual de adorable que tú - puso una sonrisa fingida en su rostro que compraría a cualquiera.

-Me alegro... - sentía una fuerte tensión por parte de su hija y no sabia porque - Y a ti hija como te...

C: ¿Cuántos años tienes Jim? - miraba de a la rubia detenidamente y esta enseguida se sintió intimidada.

-Su nombre es Lynn - la corregía Alejandro.

C: Ah... Lynn, lo siento - forzaba una sonrisa de manera irónica - ¿Cuántos años tienes? -repitió la pregunta.

-Eh... veintiséis años - respondía nerviosa, no entendía porque la muchacha le preguntaba eso, o bueno si lo entendía.

C: Vaya - miro a su hermano - ¡Podría ser nuestra hermana! - dijo de manera efusiva.

H: ¡Que emoción! - seguía el juego.

-Camila no creo... - Alejandro intentaba intervenir.

C: Aunque es normal, a Alejandro le encantan las mujeres - suspiraba y se recostaba en la silla - Creo que perdí la cuenta de cuantas ha traído a la casa - se ponía pensativa - Mujeres a las que por cierto, siempre termina dejando - miro nuevamente a Lynn - Cuidado y te pasa lo mismo...

-¡Camila basta! - Alejandro le daba un golpe a la mesa.

C: ¡Basta tú! - Se paró de golpe de la silla - Estoy harta de estas cosas, por primera vez en tu vida piensa en los demás y no solo en ti ¿No te das cuenta lo joven que es? - señalaba a Lynn - Definitivamente perdiste el juicio - tiro la silla al piso y se fue muy enojada.

-¿Qué le pasa? - Alejandro le preguntaba a su hijo mayor.

H: Es algo que tu mismo deberías preguntarte - también se levanto de la mesa no le gustaba para nada lo que había pasado.

-Lo siento - Alejandro miraba suplicante a su novia.

-No te preocupes - hasta le parecía entendible la reacción de la morena.

Minutos más tarde Camila se encontraba con la mirada perdida sentada en unos de los balcones de la casa, mientras fumaba un cigarrillo, este se había convertido en uno de sus vicios, ya que la ayudaba a relajarse en sus momentos de tensión.

-¿No crees que eres muy joven para fumar? - le pregunto alguien sacándola de sus pensamientos.

C: ¿Y tu no eres muy joven para salir con un viejo? - le devolvió la pregunta dándose cuenta de quien se trataba.

-Alejandro no es tan viejo - se arrimaba al balcón para mirar mejor a la morena - De todas manera yo no moriría, en cambio tu si, si sigues fumando de esa manera...

C: No es tu problema - se encogió de hombros, dándole otra fumada al cigarrillo.

-Creo que ahora también se ha convertido en mi problema - la miro directamente a los ojos y la morena la miro con una ceja levantada.

C: ¿Crees que por que ahora salgas con Alejandro te vas a convertir en mi nueva mami? - le pregunto con un tono burlón.

-Podríamos ser amigas...

H: ¿Quién te ha dicho que quiero ser tu amiga? - su tono sonaba cortante.

-Nadie, pero supongo que ahora que voy a pasar mas tiempo aquí, bien podríamos serlo - ahora ella se encogía de hombros.

H: ¿Cuál es tu problema? - ahora parecía enojada.

-Ninguno, solo quiero ser tu amiga, quiero que nos llevemos bien y que confíes en mí -hablaba tranquilamente, sabia que tenia que tener mucha paciencia con la morena.

C: ¿Confiar en ti? no me hagas reír... -sonreía mientras negaba con la cabeza.

-Si confiar en mi, además... - al parecer estaba pensado muy bien lo que iba a decir - Soy dueña de una empresa de reclutadores de surfistas - soltó logrando que la morena la mirara rápidamente, sonrío sabiendo lo que había conseguido - Estamos buscando nuevos talentos para patrocinar, es decir ya encontramos dos, solo nos falta una...

C: ¿Por qué me dices esto? - se hacia la desentendida.

-Alejandro me ha dicho que surfeas muy bien...

C: Alejandro nunca me ha visto surfear - dijo amargamente.

-Lo que quiero decir...

C: No me interesa - la corto dándose cuenta de lo que vendría a continuación.

-Pero ni siquiera sabes lo que te voy a decir...

C: No me interesa - se bajaba de la baranda del balcón - No me vas a venir a comprar con tus discursos baratos, ni con tus buenas "intenciones" - hizo comillas - Ahora vete, quiero estar sola - tenia la respiración acelerada.

-Esta bien - suspiro y sonrío a la vez, cosa que molesto más a la morena - Si cambias de opinión búscame, o si no - le estiraba un tarjeta - Puedes visitarnos - le agarro la mano, le puso la tarjeta, le dio un beso en la mejilla, le dio una última sonrisa y se alejó.

C: ¿Pero que le pasa? - se limpio la mejilla y tiro la tarjeta, se volvió a sentar en una de las barandas del balcón mirando de reojo la tarjeta que yacía en el piso...

Give me LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora