Formas de amar.

Por Fases parte II

4 de diciembre de 2010

Bueno pues ya ha llegado el gran partido, último partido antes de las vacaciones de navidad ya que al ser una extraescolar terminan antes. Ha sido un día curioso, con sus más y sus menos pero tampoco sé que pensar estoy como en puntos suspensivos.

Para mí el día ha empezado a las siete de la mañana aunque el partido era a las doce y dado que duermo más que la manta de la cama es realmente raro en mí levantarme tan temprano pero la causa lo merecía. Después de cuatro interminables horas decidiendo que me ponía porque claro es invierno y aquí hace frio, muchísimo puñetero frio, asique lo de enseñar cacho para que se fijase en mí estaba totalmente descartado; he decido que vestidito de lana me queda mejor, con que botas y con qué abriguito resultaba más mona. También he alisado mi imposible mata de rizos, me deberían dar un premio simplemente por eso.

A las doce menos cuarto ya estaba ocupando mi asiento en la grada y allí estaban todos entrenando, he creído morir cuando todo el equipo ha mirado en mi dirección cuando Jaime me ha saludado gritando mi nombre. Si quería ayudarme a llamar la atención de Marcos lo ha conseguido con creces. Durante el partido me ha faltado sacar los pompones; cada vez que había una jugada que yo creía que era buena (no tengo ni zorra idea de futbol) por parte de Marcos y de Jaime de vez en cuando para que no fuera muy cantoso, me he desgañitado vitoreándoles y aplaudiendo. Creo que el resto de la grada se ha pensado que estaba zumbada o que me quería tirar a todo el equipo, y no es para menos, porque prácticamente todo el partido han ido perdiendo. Pero para mi sorpresa Jaime y Marcos son mejores de lo que yo pensaba y han remontado el partido lo que ha disimulado bastante que estuviera animando como una loca de atar.

Después del partido tal y como había quedado con Jaime he quedado con ellos en el bar del polideportivo, todo ha ido bastante rodado, tomándonos unas coca colas hemos ido hablando de cosas del insti, amigos en común... Hasta que Jaime se ha levantado para ir al baño, no recuerdo haber tenido un momento tan aterrador como ese, el pensamiento de "tierra trágame" ha sido instantáneo. Evidentemente Marcos y yo nos hemos quedado solos y nos hemos puesto a hablar de banalidades hasta acabar hablando del tiempo, cuando alguien te empieza a hablar del tiempo es que la conversación se ha acabado. Para rematar el momento, he visto cómo Jaime pasaba por detrás de Marcos sin que éste le viera y salía por la puerta diciéndome adiós con la manita y todo, en cuanto lo vea lo mato. Así que viendo que íbamos a estar solos y en un momento de brillantez me he dado cuenta de que él va a clases de música así que me he puesto a hablar de música, que me encanta, que me encantaría aprender a tocar la guitarra...y ahí ha empezado a animarse la conversación, hasta que hemos vuelto al rato a hablar del tiempo. Me he terminado mi coca-cola y en un arrebato de valentía que haría temblar hasta a Atila, el rey de los hunos, le he contado absolutamente todo lo que he hecho para llamar su atención y le he confesado que estoy loquita por él.

Después de que se le pasase el shock inicial y de que sus ojos dejasen de parecer dos platos llanos, ha empezado a decirme que le parecía una auténtica locura y que había otras formas para llamar su atención antes que acosarle. Se ha levantado diciendo que no quería volver a saber nada de mí, en parte lo entiendo, no tenía ningún derecho a controlarle. Ahora me encuentro reflexionando sobre todo lo que ha pasado y creo que la lección de todo esto es que por mucho que te guste alguien tienes que respetarle por encima de todo, voy a llamar a Jaime que ya que me ha ayudado se merece saber cómo ha acabado todo por mal que hayan salido las cosas.

7 de diciembre de 2010

Estoy temblando, literalmente, nunca un SMS me había dejado así. Marcos me ha escrito diciendo que quiere que nos veamos esta tarde a eso de las 20:00 en la plazoleta "de la acosadora" (mira que tiene graciosito...). No tengo ni la más mínima idea de que querrá pero no puedo estar más nerviosa ¡y todavía faltan tres horazas!

8 de diciembre de 2010

Estoy estupefacta, según llegué a donde él estaba empezó a soltarme un discurso sobre que seguía dolido porque no creía que yo hubiera actuado bien acosándolo pero que sabía por Jaime (mi celestino oficial) que yo estaba mal por todo lo que había pasado y que tampoco quería eso. Yo obviamente me disculpé ya que creo que es lo mínimo que se merece y tras un rato callados se acercó a mí y me dijo que quiere conocerme, como una posible amiga porque antes de saber toda la historia le caí realmente bien. Por dentro estaba bailando al más puro estilo de Beyoncé en Single Ladies pero muy seria le dije que le agradecía la oportunidad y que ya que estábamos le invitaba a tomar algo. Ha sido una velada muy agradable y estoy tremendamente agradecida por esta oportunidad que me ha dado; con todo esto he aprendido mucho. Por una parte que no tengo porque controlar a nadie aunque yo crea tener motivos y que los amigos (sobre todo como Jaime) valen millones.