Capítulo 22

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Narrador Omnisciente

- Dani...-susurró.

- Luego hablamos.-tiró de ella obligándole a corrér.

Corrió todo lo rápido que pudo. Llegaron al coche de él y se alejamos del lugar. Antes de que pudieran hablar el móvil de Alex empezó a sonar.

Alex contestó. No le quitaba ojo a Daniel mientras hablaba con su amiga. Y él le prestaba bastante atención a su conversación aunque no le quitaba ojo a la carretera.

- Irene, luego hablamos...

Colgó el teléfono y siguió mirándo a Dani. No dejaba de mirarlo. Que guapo estaba. Guapísimo. Más fuerte. Más musculoso. Más hombre.

Dani paró el coche en seco. Bajaron del coche y Daniel la jaló del brazo llevándola con él.

- ¿A dónde vamos?-le preguntó.-¡Ey!-se soltó de su agarre.

- Tienes que venir conmigo.-le dijo él.

- ¿Por qué?-le preguntó ella.

- Porque necesitas saber unas cuantas cosas... Ven conmigo.-le pidió.

Ella cedió y entró al edificio. Se dirijieron a una habitación asolas y entraron.

Ella lo miró y él también lo hizo.

- Estás preciosa.-le sonrió.-Me alegro de volver a verte.

Alex no sabía por dónde empezar. Si por darle las gracias por haberla salvado dos veces, por decirle lo enfadada que estaba con él por no haberle hablado, o por abrazarlo y decirle lo mucho que lo había echado de menos estos 2 años sin él.

- Yo también. Gracias por salvarme.-le dijo ella.

- Tenía que hacerlo.

- Me debes varias explicaciones.-le dijo ella.

- Perdóname, merezco que me odies, pero te prometo que te contaré todo y entonces lo entenderás.-le dijo él.

- ¿Lo juras?

- Lo juro.

Ella suspiró. Lo miró y pasó su mirada a su brazo tatuado. Se acercó a él y le cojió el brazo para mirarselo. Él miraba lo que hacia. Sintiendo sus pequeñas manos en su fuerte brazo.

- Te has hecho un tatuaje.-le dijo ella. Él la miró con una sonrisa mientras ella inspeccionaba el brazo tatuado.- Y estás muy fuerte.-sonrió ella.

- Hago boxeo.-le dijo él.

- ¿Cómo?-le preguntó ella sorprendida.

- Hace unas semanas estuve en Las Vegas. 18 victorias, 2 derrotas.-le contó él.

- Dios...-lo miró. Su fuerte y musculoso torso. Sus poderosos brazos. A su lado, Alex era una pluma.

- Pero lo he dejado, es mejor entrenar en el gimnasio que ir a romperse la cara por dinero.-le dijo él.

Ella recordó al antiguo Dani. Aquel buen chico, bromista y alegre. Muchos recuerdos se le vinieron a la mente. Dios... Cuanto había cambiado...

Continuará

El chupetón (Gemeliers Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora