Capítulo 4

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Narrador Omnisciente

'Ella te necesita"

- Está bien, iré por ella.-dijo decidido. Si Alex lo necesitaba él haría lo que hiciera falta.

- ¿Aún la quieres?-le preguntó Diana.

- No...-mintió él. Pues en realidad no sabía lo que su corazón sentía.

Cojieron el avión y se dirijieron a España. Se dirijieron a Sevilla. Entonces Diana se marchó y Dani se adentró en la casa de Alex, por una ventana, era de noche, no hacía frío. Pero llevaba una chaqueta de cuero puesta.

Alex se duchó y se puso en ropa interior. Se puso sus chanclas y salió de nuevo al balcón. Apoyó sus codos en la balla que había para no caerse y miró a la gente que pasaba por la calle.

- Alex...-susurró una voz desde atrás.

Alex se giró rápidamente a ver de quién se trataba. Se extrañó al verlo...

- Dani... ¿Qué haces aquí?

Dani observó que solo iba en ropa interior. Pero era la misma. Tan bonita y sensual. Tan provocativa.
Pero todo cambió al ver su cara de cerca.

- Dios... estás horrible.-Dani sonrió a medias.

- Yo... también me alegro de verte.

- Me contaron que te casas...

- Ya...-lo miró.

- ¿Por qué no me lo dijiste?-le preguntó él.

- Sí claro, por via satélite ¿no?

- Pues sí.-le dijo cortante.

- Déjame hablar.-le pidió ella.-Mi padre me obliga joder, no puedo decirle que no a nada porque no tengo en dónde caerme muerta, yo no amo a ese hombre, ni siquiera me gusta, es más, le tengo asco, porque sabe todo lo que mi padre me hace y no hace nada para protegerme, él no me quiere, él solo quiere una mujer para follarse todas las noches y ya... ¿Crees que me enamoraria de alguien así?-Alex soltó una lagrima y se quedó callada. Esperando a que Dani le dijera algo.

- Te juro... que si llego a saberlo antes hubiera venido por ti, te lo juro... Pero yo no tenía ni idea joder...

- No importa...

- Sí que importa, importa todo, dime si ha llegado a tocarte, dímelo.-le ordenó él.

- ¿Te conformas con saber que eres el único hombre con el que me he acostado en mis 20 años de vida?

- Con eso me conformo, pero si alguien ha llegado a hacerte daño te juro que le parto los huevos.-dijo cabreado.

- Ya... Oye, no estás obligado a llevarme contigo, si quieres irte y seguir con tu vida puedes hacerlo, yo me quedo en esta cárcel.-Alex se giró y volvió a mirar a la gente que pasaba por la calle.

- No me iré de aquí sin ti, no permitiré que sigas sufriendo.-le dijo él.

Alex lo miró. Corrió a sus brazos y lo abrazó. Tan fuerte como pudo. Se separó de él y le besó los labios.

Continuará

El chupetón (Gemeliers Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora