4. MATÉMOS A DYLAN PLS

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Entramos al Burger King y el chico (mi chico, hahano) skater estaba sentado en la última mesa junto dos chicos más, entre ellos estaba DYLAN.

Wtf.

¿ Qué coño pintaba Dylan con el chico skater? Alisson, Dylan, las cosas estaban empezando a volverse sin sentido.

El caso es que Dylan fue el novio de Anna y digamos que no tenieron una ruptura bonita. Es un capullo. A Anna le afectó mucho su ruptura y no quiero que a Anna le de un ataque psicótico-depresivo ahí en medio.

Efectivamente lo vió porque tenía la mirada baja y se le notaba triste.

La cogí (arrastré) (sí, tengo tendencia a arrastrar a la gente) del brazo y la lleve al aseo.

TENÍA QUE ESTAR DYLAN JODER.

- ¿Cómo estás?
- En la mierda.
- A ver, calma, tía no puedes volver a venirte abajo por ese capullo, no te lo mereces.
- Lo sé Sam, soy consciente de que es un capullo pero es que es raro, aún como me trató, lo echo de menos, he estado meses evitándolo y ahora sólo quiero hablar con él, preguntarle como le va todo, no sé.
- No no no, no puedes hacer eso, es un capullo y después de que lo que te hizo no se merece ni que lo mires.
- Si lo sé pero es que joder

Anna empezó a llorar.

¡Qué agobio!
No sabía que hacer. Me considero una buena amiga pero no sé que coño hacer en está situación. Opté por dejar de pensar en mí y largárnos de este antro.

- Vámonos.
Anna se secó las lágrimas. Se le había corrido todo el rimel, ¡Qué desastre todo!
- No podemos irnos, tú me ayudaste con lo de Dylan y yo te tengo que ayudar con lo del skater ese (que aún no sabemos ni su nombre), no puedo estar así toda la vida, Dylan es un capullo y punto, vámos.

Se me saltó una lágrima de alegría, estaba orgullosa de ella, aunque es un tanto bipolar, estaba orgullosa.

- Estoy orgullosa de tí. - La abrazé- Pero se te ha corrido el rimel y pareces una chica poseida por el demonio, límpiate.

Se limpió y salimos.

Dylan nos vió y se puso a decirle algo a sus amigos (INCLUYENDO AL CHICO SKATER).

Capullo.

Ah, y no lo he dicho, Dylan y yo nos llevamos como la mierda, tanto antes como durante como después de estar con Anna.

El caso es que fuimos y nos pedimos dos Coca-Colas y le dije a Anna que se sentara enfrente de ellos porque el Burger King se estaba empezando a llenar.

Cogí los dos vasos de Coca-Cola cuando noté unas Nike Air Force 1 rozando mis Creepers.
Mire a la derecha y era Dylan y en cuestión de milésimas de segundo estaba comiendome el suelo. Se me había caído la Coca Cola encima y estaba como TODO el Burger King riéndose.

Recogí la poca dignidad que me quedaba esparcida por el suelo y me levanté para hablar (pegarle a) con Dylan.

- Sam, pareces un perro mojado - y empezó a reirse.
- Dylan a parte de ser un capullo eres sumanente poco gracioso.

Entónces me hartó tanto pero TANTO que empezé a pegarle con todas mis fuerzas.

- El chihuahua ataca.

Dios, que asco de persona.
Yo seguía pegándole hasta que vino una empleada del Burger King y nos echó, literalmente.

¡QUÉ R-A-B-I-A!
Empezé a pegarle puñetazos a una pared de fuera.

Noté que Anna se íba alejando y me guiñaba un ojo.
Genial, ¿me estaba abandonando también?
Íba a llamar a mi hermanastra y a contárselo todo (ya que hablo con ella las 24h del día) cuando me giré y al lado mía estaba el chico skater.

Mierda, pero MIERDA.

SKATE BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora