Blue wings

Hablemos del protegido

Sam tenía solo 10 años y ya sabía cómo cargar armas y usarlas, había matado a varios seres sobrenaturales junto a su padre y a su hermano.
"Eres un Winchester y debes seguir en el negocio familiar" le decía siempre John, su padre, quien tenía predilección por Dean, hermano mayor de Sam, y con un don para la caza.
El pequeño Winchester era alto, de complexión fuerte y rasgos definidos. Tenía unos ojos que dependiendo de la luz podían verse azules, verdes, e incluso grises. Su largo y sedoso pelo castaño era uno de sus puntos fuertes. Todo el conjunto formaba el cuerpo de un chico que era dulce, amable, protector; el modelo de hombre ideal que cualquier madre desea para su hija.
Sam sabía que tenía sangre de demonio por sus venas pero lo que no sabía es que tenía un ángel de la guarda, uno de esos que aparecen en los libros y en los que ni su hermano ni él creían, al menos de momento...
Cuando terminó los estudios secundarios decidió que quería hacer una carrera, quería ser abogado. Su padre se opuso a la idea ya que decía que debía seguir en "el negocio familiar" con su hermano y con él pero Sam se reveló contra John y, tras una acalorada discusión, se fue a estudiar a Stanford y así cumplir su sueño, lo que no sabía es que llegaría alguien capaz de romperle los esquemas.