Los Placeres De Grey {Christian Grey} (Adaptada)

Capítulo 25

-Ven, vamos al cuarto –susurro-

-Este bien -sonríe y se pone de pie-

-me pongo de pie y la dirijo hacia el cuarto-

-Vamos abre la puerta –me anima-

-Ya voy –suspiro-

Abro la puerta con cuidado y una vez entro enciendo la única lámpara que hay para iluminar. ________ (Tn) entra y pasa por mi lado. Veo su rostro y no muestra nada. Camina hacia las fustas y las observa sin tocarlas. Camina hacia la cruz y lame sus labios al verla. Camina hacia la cama y toca las sabanas y ve todo lo que hay a su alrededor. Su rostro no muestra ningún sentimiento y eso me desespera pues no sé qué está pensando.

-Di algo. –pido-

-Eres realmente un sádico. –Murmura- Tú vas más allá de unas simples esposas y reglas. –Me mira-

-Te lo dije –asiento-

-Si –asiente- lo sé.

-Ven vamos afuera. –Me paro en el marco de la puerta-

-¿No me tomaras aquí? –Alza una ceja-

-inhalo con fuerza- Suena tentador, pero yo solo lo hago con un contrato de por medio.

-¿Por favor? –ruega-

-No –niego-      

-Solo una –pide- no tienes que usar nada de esto si no quieres, solo quiero que me tomes aquí y ahora.

-Podemos hacerlo en otra habitación –susurro excitado-

-¿Pero porque no aquí? –Muerde su labio-

<Esta jugando conmigo> -pienso excitado-

-Porque no –niego-

-Una vez –susurra- será rápido. –promete-

-Ese es el problema, no quiero que sea rápido y no quiero usar nada de esto contigo. –digo con voz neutra-

-¿Por qué no? –pregunta sería-

-Porque eres diferente. –Suspiro-

-Pero… -le interrumpo-

-No –niego-

-suspira- Esta bien –lame sus labios- pero al menos dime que me vas a Oops!.

-Si lo hare –rio-

-Bien –sonríe-

-Eres adicta al sexo –digo y vuelvo a besarla-

-Creí que no lo haríamos en tu habitación. –murmura-

-No es mi habitación. Es otra. –La beso-

<No quiero decirle que es la habitación de las sumisas> -pienso-

-Oh –asiente- porque conmigo te conformas con un simple sexo. –me mira atenta-

-No lo sé –me encojo de hombros- simplemente no te quiero como sumisa.

-Pero a mí me gustaría serlo. –insiste-

-Por favor no sigamos hablando de esto. –La beso-

-Está bien –me besa-

Estaba besándola hasta que ella se separa y bosteza.

-Tienes que descansar. –Beso sus labios-

-Pero… -la interrumpo-

-Mañana lo haremos, has tenido un día fuerte. –La beso- Acuéstate.

-¿Te vas? –pregunta confundida-

-No duermo con nadie. –Le doy un pico- nos vemos en la mañana.

-Está bien –susurra y me voy-

7:00am,

Estaba durmiendo plácidamente hasta que siento que la puerta de mi habitación se abre. Abro mis ojos y veo a Elizabeth con cara de recién levantada.